Restaurante Ana la Santa en Madrid
Restaurante Ana la Santa
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
25 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
4.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Ana la Santa
OPINIONES
1

Comida en ANA LA SANTA, nuevo restaurante abierto en la planta baja del Hotel ME de la Plaza de Santa Ana. Ocupa el mismo local que tenía el Midnight Rose, que se ha renovado y transformado totalmente hasta parecer un clon del Luzi Bombón de Castellana. No en vano el sitio pertenece a un grupo de restauración propiedad del co-fundador del Grupo Tragalúz. La verdad es que es monísimo, muy luminoso, con varios ambientes (zona lounge, muebles de diseño, sillones) y una gran barra, tipo isla, en medio del local. Pasamos a media mañana y reservamos mesa para comer. Visto lo asqueroso que estaba el centro de Madrid debido a la huelga de limpieza, cancelamos el paseo y llegamos un poco antes de la hora convenida. Nos colocaron en una mesa esquinada literalmente pegada al gueridón de donde los camareros cogían todo el material: copas, cubiertos, servilletas. Nos dieron la carta, pero al tercer camarero que pasó rozándome la espalda con un mantel le pedí a la maître que hiciera el favor de cambiarnos la mesa. El restaurante a esa hora estaba casi vacío pero me dice la tía que estaba todo reservado, y que la mesa que le indico es para cuatro y nosotros somos sólo tres. Al final nos cambia de mesa de mala gana, pero como tengo la manía de quedarme “con la copla” de todo, resulta que nos había contado un cuento chino, porque al cuarto de hora llega una pareja sin reserva y la sienta en la mesa en la que “no podéis sentaros porque sois tres y es una mesa para cuatro”. Os meto este rollo porque no entiendo los restaurantes en los que reservas una mesa, llegas pronto, y encima te colocan en el peor rincón. Pues éste es de esos… Pasamos a la manduca: carta de brasserie mediterránea con pretensión de agradar a todo el mundo, fritura de pescado, hamburguesas, carnes a la plancha, arroces, etc. Pedimos una ración de cazón en adobo, una hamburguesa y un arroz a banda para dos. El cazón se sirvió rebozado en lugar de enharinado, buena textura pero un tanto falto de sabor pues el adobo era muy flojo, y en una ración ridículamente pequeña; seis trozos contados, más que una ración un aperitivo. La hamburguesa muy mejorable para el nivel hamburguesero que existe hoy día en la capital, la carne insípida y con una textura muy rara (¿quizá congelada?). El arroz sabroso y en su punto de cocción, pero en una capa tan fina que apenas llegaba a cubrir la paella. Acabamos comiéndonos el pan de la cesta. De las pocas veces que pido arroz en un restaurante y me quedo con hambre, digo yo que a 18 euros la ración ya podrían echar un puñadito más de arroz por comensal. Para beber un verdejo El Perro Verde, servido en copas de batalla, y la botella metida en un cubilete con hielo y agua, pero sin un triste trapo para secarla cada vez que se sacaba para servir una copa. Servilletas y mantel, de diseño, pero de papel. Sin cambio de cubiertos entre plato y plato. Ambiente “modernuqui”, alguna modelo y algún famosete de la tele. Pagamos 75 euros, 25 por persona. No es excesivamente caro pero no nos convenció en absoluto. Me pareció muy en la onda del Luzi Bombón. Apto para grupos y parejitas a los que no les importa demasiado la comida, pero les gusta tomar algo en un sitio chulo para ver y dejarse ver, pero poco más.

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