Por lo que veo la vida sigue igual.

Acabo de leer la valoración del forero y pocos cambios hay. La primera vez que comí en este restorán fue el año pasado, y como casi por las mismas fechas repetía visita a la ciudad y habíamos quedado satisfechos pues no dudamos en repetir.

La verdad es que el local tiene su miga: un gallego en el centro de Barcelona con raciones enormes, carta larguísima, grande pero pequeño a la vez proque está aprovechado muy bien el espacio y además a un precio dificil de encontrar en una ciudad en la que es bastante caro -por no decir muy- comer. ¿Dónde está el truco?. No lo sé la verdad, quizás en ese aprovechamiento del espacio, el horario prolongado, los 2 turnos de comedor, la terraza exterior,...Da la sensación además que tiene una parroquia habitual bien numerosa.

El hecho es que compartimos -grupo de 6-unos buenos buñuelos de bacalo, unos boquerones en escabeche con olivas, un plato de jamón bellota, pan con tomate y 1/2 ración de pulpo con cachelos.

Como platos fuertes merluza rebozada (2), 1/2 de sepia a la plancha (2), 1 lubina al horno, 1 bacalao a la llauna. Todo con diversas guarniciones.

Todos los platos sabrosos.

Lo que aquí son medias raciones en otros muchos sitios serían 1 abundante...

Los postres siguen la misma tónica en cuanto a las cantidades, compartimos 1 Tarta de la Abuela (es pa verla, pongo foto) y unos canutillos de crema.

La carta de vinos es muy correcta, con presencia destacada de caldos gallegos pero también de otras partes, a precios competitivos.

Menaje justillo, servilletas de papel, vino a buena temperatura pero copas sencillas.

El servicio es profesional y correcto, nos hubiéramos quedado un poco más pero el 2º turno de comida pedía mesa, por lo que tuvimos que marchar. El local es ruidoso, no puede ser de otro modo cuando está lleno hasta la bandera.

En todo caso me parece una muy buena opción para Barcelona. Con cañas antes, vino durante y cafés no llegó a 39€ por persona.