Otro lechazo es posible

Aunque pueda parecer increíble, hay gente a la que no le gusta el lechazo asado. Si alguna de estas personas se acerca a Valladolid le vendrá especialmente bien saber que en el pueblo de Traspinedo, a unos 25 kms de la ciudad, a medio camino de los pueblos más señeros de la Ribera del Duero, se come un excelente lechazo, pero no asado por cuartos, sino partido en trozos pequeños y en pinchos a la parrilla.

Dentro de los varios restaurantes del pueblo, el más conocido es el Mesón Molinero. Se trata de un local bastante amplio y muy típico, en el buen sentido del término: mesas y sillas de madera, mantelería inexistente, y escasísima variedad de platos; hay lo que hay, sin ningún tipo artificios, y lo que hay está muy, o al menos bastante, bueno.
El ambiente es familiar, es decir, que, para bien o para mal, los niños son bien recibidos. Y quizás por ese motivo un domingo a mediodía de finales de mes, y a pesar de las muchas mesas del local, estaba lleno, o casi.
Ahí todo el mundo va a comer pinchos de lechazo, si bien preguntamos por curiosidad y nos comentaron que también tiene, para preparar en la misma parrilla, entrecot. Los pinchos, de notables dimensiones, están muy, muy buenos, aunquejuegan con la ventaja de que en una parrilla de leña bien manejada está bueno hasta el pollo más insulso o el chorizo más batallero. Ni que decir tiene que si, por el motivo que sea, no tienes intención de echar mano a los pinchos, no vas a ir al sitio adecuado: los trozos de lechazo los acabas comiendo como pipas.
En lo que preparan los pinchos se pueden picotear embutidos varios, un correcto chorizo al vino o unos notables espárragos.
En cuanto a los vinos lo normal es pedir el vino cosechero de la casa, tinto o clarete, pero nosotros optamos por un Ribera Roble recomendado por el camarero, que resultó ser un Tierras Guindas apto para todo los públicos. Si, como nosotros, optas por algo superior al vino de la casa te cambian las copas por unas al menos correctas.
De postre o tarta de queso o de nata y piñones, mucho mejor ésta que aquella.
En total, para 4 personas, 3 pinchos de lechazo con una ensalada para acompañar (lechuga, tomate y cebolla, bien aliñada), ración de chorizo al vino, ración de espárragos, botella de vino, agua, 2 coca-colas (sí, tengo una amiga que come con Coca-Cola, qué se le va a hacer), abundante pan de hogaza del que se come solo, 4 postres, 4 cafés e invitación a licores, por unos 110 €. Que digo yo que está muy bien.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    jacomur

    Viví esta experiencia esta primavera en el Tres Olmos de Santibañez de Valcorba. A todos nos sorprendió y encantó esta nueva manera de comer el lechazo.

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