Sitio con encanto vinícola

Local que desde la calle parece una tienda de vinos , que tiene en la planta baja una barra de bar y muchas opciones de vinos por copas.
Subimos a la primera planta donde mesas y sillas altas permiten comer/cenar con cierta rapidez y rodeados de estanterias llenas de botellas de vinos con el precio puesto y que sirve de carta de vinos al estilo de sírvase Vd lo que le guste.

Cena para 4 de picoteo compartido:
. alcachofas chips: buenas alcachofas crujientes como chips.
. crujiente de careta: bocado exquisito, perfecto de crujiente, bueno de sabor. Para repetir.
. pimientos asados a leña: algo que hay en todos los sitios y en todos está bueno. Una especialidad de la ciudad.
. anchoas del Cantábrico y granizado de tomate
. ensalada de bacalao con naranja sanguina y olivada
. carrillera de ternera en salsa

Postre:
. torrija con nata y helado de sombra de higuera: buena torrija y buen helado aunque la sombra no la encontramos
. piña natural que llevaba jugo de mango aunque no le hacía falta.

Para beber comiendo:
. Artesian water x 2 botellas
. Cinco uvas 2014 de Abel Mendoza

No llegamos al tercer piso (restaurante clásico) pues entramos pasadas las 11 de la noche y no era cuestión de tensar más la cuerda con la cocina. En otra ocasión ya que es un local completo: tienda, bar de copas y tapas, para picar al centro y buenos vinos y local para comidas formales.