Dos opciones de plato combinado:

De tierra, 10€:
Cannelloni verdi al funghi y cosca di pollo.
El cannelloni consistía en una gran canelón de pasta enrollada con queso. Sabroso. La cosca de pollo consistía en dos trozos de pollo al horno. Jugositos y ricos.

De mar 12€:
Penne al salmone y merluzzo alla messinese.
El penne, que eran fussilli, escasos de salmón pero estaban bien y la merluza estaba muy buena.

Ambos con agua y coperto, que incluye pan, AOVE, sal, pimienta y un gran molinillo de pepperoncino bien picante que solicitamos. Ambos platos acompañados con unas sabrosas patatas fritas caseras.

Pedimos agua con gas, que nos sirvieron en una botella de litro rellenada a grifo (es un grifo similar al de la cerveza, pero que sirve agua) y que se ofrecieron a volver a llenarla cuando quedaba poca.

Precios sin tomar postres ni cafés.

Servicio amable y atento.

Una nueva recomendación de nuestra amiga Lilia del hotel Academia y acierto de pleno. Un local sencillo ubicado dentro del Palazzo Bianconcini al lado de la via delle Belle Arti con predominio de la madera en su decoración y con buena afluencia nativa.

Cocina tradicional boloñesa pero también especialidades sicilianas y abundancia de pescado en los platos de la carta (pasta con le sarde, pez espada, platos combinados de pescado...).

Tomamos un menú sencillo:

.Taglioline al nero di seppia con seppioline arrosto

.Ravioli ripieni di cernia con pomodorini freschi

Dos platos muy bien cocinados y suculentos con el pescado como protagonista. Los ravioli rellenos de mero acompañados de tomates cherry y unos mejillones muy frescos.

Acompañamos la comida con una cerveza (2.50e) y una copa de vino blanco (4e). No nos cobraron el "coperto" y en el precio está incluido el pan y el AOVE que te dejan en la mesa para que te sirvas, algo habitual en todos los restaurantes visitados.¡¡ Igualito que aquí en España vamos¡¡. Además incluye una jarra de agua microfiltrada y tratada (curioso) de forma gratuita.

Servicio rápido, amable y cercano. Muy recomendable tanto por su cocina como por salirse de lo habitual en Bolonia. Sin duda repetiría.