Restaurante La Bodeguilla Lanciego en Vitoria - Gasteiz
Restaurante La Bodeguilla Lanciego
País:
España
Provincia:
Dirección:

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Precio desde:
52,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
58 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Camarones cocidos en agua de mar
Bogavante del Cantabrico a la plancha
Tarta de queso
Goxua
Opiniones de La Bodeguilla Lanciego
OPINIONES
2

Ultima cena en Vitoria-Gasteiz antes de continuar nuestro viaje. El restaurante escogido fue la Bodeguilla Lanciego, cuyo ultimo y único comentario en Verema veo que se realizó hace 9 años... y que no fue muy satisfactorio. Felizmente nuestra experiencia ha sido mejor que la vivida en esa época por Jose Angel, pero solamente gastronómicamente hablando.

El restaurante, que tiene una existencia de 63 años está dirigido por la misma familia que a los inicios. Al frente de los fogones se encuentra Jose Maria Ocio, hijo del fundador y Aitor Ocio, hijo de éste y de la jefa de sala, Maria Victoria Martinez de la Fuente, esposa y madre de los cocineros. Sus pescados y mariscos son un referente de la cocina tradicional en Vitoria-Gasteiz

Está situado cerca del casco antiguo, junto al Parque Judimendi y a cinco travesías de la Plaza de España.

Había reservado una mesa en un comedor interior precisando que quería estar situado junto a una ventana. Las mesas de ese comedor estaban bien separadas las unas de las otras y bien vestidas pero al ubicarnos en la mesa  nos dimos cuenta de que hacia un calor insoportable ( ese día fue el mas caluroso de nuestra estancia en Vitoria-Gasteiz) ya que no estaba activada la climatización, pedimos que la pusiesen en funcionamiento y nos dijeron  que no podrían hacerlo hasta que el comedor se llenase, lo que ocurrió aproximadamente menos de media hora después de que estuviésemos forzados de pedir que nos ubicasen en la terraza. Esta estaba prácticamente llena y nos emplazaron en una mesa muy pequeña, aunque bien vestida, con mantel, vajilla contemporánea y buenos cubiertos pero que su magnitud impidió que disfrutásemos de la velada como hubiésemos deseado. El servicio fue bueno, aunque tuvo ciertas dificultades para distribuir los platos en nuestra mini mesa ...

El restaurante se llenó hasta los topes.

Dicho esto, paso a detallar lo que cenamos :

Compartimos todos los platos :

Entrantes:

Camarones cocidos en agua de mar, de buen calibre , sabrosos y fresquísimos.

Principales :

Bogavante del Cantábrico a la plancha. De 1,200 Kg.  Presentado primeramente vivo antes de cocinarlo (olvidemos de hacer la foto por lo que solo aparece el bogavante emplatado). Excelente.

Me pareció curioso que en la carta propusiesen el bogavante a la plancha para dos personas a 52 € la pieza, un precio mas bien bajo para este crustáceo. Al pedir información me dijeron que en la carta proponían únicamente el bogavante americano (de peor calidad que el europeo), seguramente por una cuestión de precio, pero que disponían fuera de carta de bogavantes europeos, del Cantábrico, para los clientes que los solicitasen, a 85 € la pieza para dos personas, que es el que escogimos. Hay que saberlo, si vais al restaurante tenerlo en cuenta.

El pan que acompañó la parte salada, fue bueno.

De postre tomamos :

Tarta de queso y Goxua. Ambos bien elaborados

Para beber, tomamos una botella de agua grande y una copa de vino blanco, cuyo nombre no recuerdo pero que no fue trascendental.

Finalizamos con dos cafés.

La cuenta ascendió a 64,20 €/persona. Buena RCP. Buen producto y bien cocinado.  Lastima que comercialmente no estuviesen a la altura, ya que si hubiesen puesto en marcha la climatización cuando lo solicitamos no estaría obligado de escribir estas ultimas líneas y la velada hubiese sido perfecta en el entorno deseado.  

  • Camarones cocidos en agua de mar

    Camarones cocidos en agua de mar

  • Bogavante del Cantabrico a la plancha

    Bogavante del Cantabrico a la plancha

  • Tarta de queso

    Tarta de queso

  • Goxua

    Goxua

Abierto en 1959, la Bodeguilla Lanciego es uno de los restaurantes más populares de Vitoria, que de siempre ha tenido fama de servir cocina tradicional vasca muy bien elaborada. Todo el mundo nos había hablado bien de sus platos y de sus ajustados precios, así que pensamos que ya era hora de visitarlo. Reservamos de víspera, y a la hora convenida nos presentamos en el local, que se encontraba en ese momento vacío y eso que eran ya las 10 de la noche. El Mercado Medieval o la Fiesta del Marisco Gallego, que ese fin de semana se celebraba en la ciudad, pensamos que posiblemente le había restado clientela. Al rato ocuparon otra mesa 4 chicas, que fueron ya los únicos clientes en entrar.

El local, que cuenta con una amplia barra para pintxos y poteo, es de líneas clásicas, agradable, con buena separación entre mesas, que, sin lujo alguno, se encuentran bien vestidas. Tras estudiar la carta nos decidimos para compartir dos personas los siguientes platos:
- Boquerones en aceite (5,25€): nos encontramos con una ración en la que las anchoas estaban masacradas por el exceso de tiempo en vinagre, defecto muy habitual en la hostelería y que pensaba que aquí no me lo iba a encontrar. El aceite empleado, además, era de muy mala calidad. Mal comienzo.
- Morcilla de arroz (6,95€): sin virtudes ni defectos, nos dejó indiferentes.
- Chipirones en su tinta (10,75€): muy bien elaborados y con el sabor de siempre, fue sin duda el mejor plato de la noche.
- Chuletón de vacuno (23,90€): buen sabor, pero la carne no estaba lo suficientemente tierna como para disfrutar de ella. Como guarnición figuraban patatas y pimientos verdes fritos, que presentaban en el caso de estos últimos un paso por la sartén excesivo.
- Goxua (4,70€): nos lo recomendó el camarero y no estuvo mal, aunque no lo llegamos a terminar, pues es un postre empalagoso como pocos.

La carta de vinos es reducida y sin mucho interés, estando centrada, en el caso de los tintos, en los riojas de siempre, siendo de origen algo más diversificado su oferta de blancos. Las copas son correctas y el vino se sirve a temperatura adecuada. A señalar también que los precios son algo elevados en el caso de algunas marcas. Elegimos para la ocasión un La Rioja Alta Gran Reserva 904 2001 (38,75€), un elegante tinto que me encanta, y que nos sirvieron junto con una cubitera con agua y hielo para tener la oportunidad de enfriarlo si cogía demasiada temperatura.

Terminamos la cena con un par de cafés solos y con la sensación, por no decir certeza, de no habernos perdido nada por no haber ido antes a este local.

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