Clásico

Pequeño restaurante en un lateral de la Pl. Osca de Sants. Una decena de mesas más bien pequeñas y con separación escasa distribuidas en un pasillo y un pequeño comedor al fondo. Decoración clásica en tonos oscuros e iluminación justita. Menaje correcto. Servilletas de papel para el menú y de tela para la carta. Copas muy sencillas, aunque disponen de algunas algo mejores, que no nos ofrecieron ni pedimos. Servicio correcto, algo lento y disperso. Disponen de un menú por la noche a 16,90€ (no sé si el precio incluye el IVA). Carta bastante amplia con platos tradicionales. Carta de vinos con predominio de referencias comerciales y algunas interesantes a precios por debajo de x2. Servicio consistente en descorche (la cápsula, cortada por encima del gollete), prueba y primer llenado. Los precios indicados en la carta no incluyen el IVA. Los que aparecen más abajo, sí lo incluyen.

Cena para 4 con primeros para compartir. Empezamos con unas aceitunas manzanilla regulares que nos sirvieron junto con el pan (bien) que no pedimos y que repusieron entendemos que sin cargo adicional (1,65€/pax). Mientras esperábamos los primeros, nos trajeron cuatro pinchos de tortilla de patatas, fría pero buena.

Primeros:
- Croquetas de jamón (13,20€) - la ración es de 6 uds., pero nos preguntaron si queríamos 8, ya que éramos 4 comensales. Nos gustó el detalle. También las croquetas.
- Fritura de pescado (10,95€) - bien. Unos cuantos salmonetes, pescadilla, anillas de calamar, sollet, todos de tamaño pequeño. Buen punto de fritura.
- Sepietas al ajillo (19,80€) - fuera de carta. Muy buenas.

Segundos:
- Arroz negro (15,40€) - a pesar de ser para uno, dio para 2 y para repetir. Bueno.
- Solomillo de ternera a la plancha (24,20€) - nos hicieron el favor de servirlo en 2 platos. Guarnición de patatas al horno y pimientos de Padrón asados. Carne muy tierna y sabrosa.

Sólo un postre: helado de chocolate con virutas de chocolate (7,65€). De buen tamaño. Bien.

Bebimos 4 botellas de agua de 50 cl. (1,65€/ud.), una botella de Llicorella blanc 2011 (18,70€) servida a buena temperatura y con cubitera, y un cortado (1,43€) fuertecito según mi mujer.

Cuidado con las raciones. Tanto el arroz como el solomillo tenían un tamaño más que respetable, inasumible para una sola persona con un apetito como el mío, y mucho menos para cenar.

Cocina tradicional, sin sobresaltos, a buen precio y con un servicio correcto y amable. Dispone de terraza en la Pl. Osca.

Lo cierto es que, de vuelta a casa, comentamos que casi era el sitio que más se parecía a comer en casa que hemos encontrado en Barcelona.