Los jueves tiene lugar en Vitoria el denominado pintxo-pote, fórmula creada hace una década por los hosteleros locales y que consiste en servir un vino de crianza o un zurito, como se denomina en esta ciudad al corto de cerveza, junto con un pintxo, todo ello al módico precio de 1€. Ni el vino ni la tapa normalmente andan sobrados de calidad, pero a cambio uno va para casa comido y bebido con sólo rascarse la calderilla del bolsillo. La idea cuajó con fuerza desde sus primeros años, hasta el punto de que en la actualidad está implantada en la mayoría de los bares y tabernas de la ciudad, eso sí, con pequeñas modificaciones en cuanto al precio dependiendo de la calidad (1€, 1,5€ y 2€) y días de la semana que se celebra. Agrupados en estas variantes los hosteleros han organizados rutas de pintxo-pote para tratar de evitar la competencia: la de la calle Gorbea, la de Zaramaga, la de Zabalgana, la de Judimendi, etc. Con el tiempo la exitosa receta también ha calado en ciudades vecinas, a lo que sin duda ha ayudado mucho la crisis económica en la que vivimos.
Como hoy era jueves hemos salido de casa con la intención de tomar unos vinos y unos pintxos en una de las zonas de más ambiente: Gorbea-Sancho el Sabio, pero estando ya en la calle se ha preparado de repente una fuerte tormenta y nos hemos refugiado en el establecimiento que más cerca nos pillaba. El bar-restaurante en cuestión se llama PerretxiCo, que es el nuevo negocio de Josean Merino, un artista de la cocina en miniatura que regenta también el MarmitaCo y que a lo largo de su carrera ha cosechado infinidad de premios. Tras tomar un vino y ver que no tenía pinta de dejar de llover nos ha parecido que quedarnos allí podía ser una buena alternativa, así que hemos ocupado una de las mesas y enseguida nos ha venido a atender una de las camareras, que nos ha explicado las diferentes fórmulas que manejan en este local. Lo más normal es pedir una consumición (tienen unos 30 tipos diferentes de vinos, parte de los cuales se sirven por copas) y alguna de las 8 ó 10 raciones que tienen en carta. Mientras se está comiendo van pasando los camareros por las mesas que lo deseen con bandejas de pintxos recién hechos, sirviéndolos a quién los solicite. Cada pocos minutos salen con un pintxo nuevo, todos con un excelente aspecto. Hoy han desfilado por nuestra mesa unos 15, pero deben contar con cerca de una treintena. Los pintxos que no se quedan en el comedor van directos a la barra que tienen en la entrada, que funciona como un bar normal.
Usando esta fórmula hemos tomado lo siguiente entre 4 personas (2 adultos y dos niñas):
Raciones:
- Langostinos empanados en cacahuetes con mojo: 6 grandes langostinos pelados y ligeramente forrados de una capa de frutos secos servidos con un cuenco de mojo ligeramente picante. Excelente, lo mejor de la cena.
- Pulpo a la plancha con puré de patata: el mejor pulpo a la plancha que he comido nunca. Sirven una sola pata, pero de buen grosor, acompañado de un puré de patata con pimentón. Muy bueno.
- Asado de cerdo ibérico con aceite de arbequina: se presenta ya fileteado y servido sobre un fondo de carne. Correcto.
Con estas tres raciones, que pedimos nosotros directamente de la carta, estábamos ya medio cenados, pero a ver quién se resiste a probar algunos de los pintxos que salen de la cocina. Tras un ejercicio de contención al final nos quedamos nada más con los siguientes:
Pintxos:
- Crash de jamón con tomate (2 unidades): una especie de pantumaca sobre un pan que crujía nada más meter a la boca. Bueno.
- Ensaladilla de salmón y rábano: con el salmón ahumado como ingrediente principal, se trata de una ensaladilla muy agradable.
- Erizo de mar con trompetas de la muerte: se sirve el caparazón abierto relleno de una crema realizada con el propio animal y setas desecadas. Me gustó, pero creo es una preparación de difícil encaje.
- Brick de hongos y queso de cabra: la propia denominación del pintxo lo describe perfectamente. Muy bueno.
- Croquetón de jamón y pollo: una cremosa y gustosa croqueta de carne
- Pizza Maskarada: una minipizza de queso y cebolla confitada. Muy rica
- Perrito caliente con ali-oli y berza: se trata de un perrito caliente casero acompañado de ali-oli y de berza fermentada.
- Mouse de chocolate: cuentan con media docena de preparaciones dulces y está es una de ellas. Normalito.
Para beber los adultos hemos tomado primeramente una copa de Mitarte Fermentado en Barrica y después una de Stallman Pinot Blanc, que fueron servidos en buenas copas. El importe por 3 raciones, 9 pintxos y 4 vinos ascendió a 55€, una cifra con la que en Vitoria no cenan 4 personas ni en establecimientos de comida rápida. A repetir en cuanto tengamos ocasión.