Restaurante Cap Roig en Sa Mesquida/Mahón
Restaurante Cap Roig
País:
España
Provincia:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,55 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
51 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
6.0
Precio medio entorno ENTORNO
9.3
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Cap Roig
OPINIONES
2

El restaurante Cap Roig está situado en un paraje magnifico, en un promontorio de la Cala Mesquida (Menorca), desde el que se divisa perfectamente toda la cala.

Fuimos a cenar un miércoles por la noche. Rabiamos reservado con antelación pero cuando llegamos nos dimos cuenta que no merecía la pena haberlo hecho, ya que solamente había una mesa ocupada.
El restaurante tiene una terraza exterior, en la que en pleno verano debe ser muy agradable comer . El comedor interior, donde cenamos, posee una gran cristalera que permite igualmente apreciar el paisaje.
El ambiente es el de una taberna. Las mesas están bien separadas, no tienen manteleria, unicamente sets de mesa y servilletas de papel. El servicio de sala es mediocre y el servicio del vino malisimo.

Mientras leíamos la carta nos trajeron unas aceitunas.

Optamos por compartir toda la cena.

Primeramente tomamos Gambas frescas de Menorca a la plancha Fueron las únicas gambas que hemos comido en la isla que no tenían ni el sabor ni la textura de las gambas autóctonas. No quisiera poner en duda su frescura, pero... a buen entendedor... Además estaban demasiado hechas. El precio ademas fue desmesurado en relación con el de las otras gambas degustadas en la isla (18 € de media) y aquí 30 €. Me sentí como si me hubiesen tomado el pelo y es algo que no me gusta en absoluto.

Seguimos con un Cap Roig a la plancha que estaba bueno, en su buen punto de cocción. El tamaño era mas pequeño que el consumido hasta ese dia en otros restaurantes de la isla y el precio era mucho mas elevado. El acompañamiento fue el de rigor en la isla, patatas fritas nuevas con ajos y laurel y en este caso un huevo frito para los dos (debe ser la crisis) que estaba bueno.

En cuanto al vino, me ocurrió algo bastante desagradable, pedí un vino de Menorca, que ya habíamos probado anteriormente (Fusió)
Me descorchan la botella, lo pruebo, me parece bueno, pero totalmente distinto al que habíamos degustado. Poco después viene el camarero para decirme que se había equivocado y que me habia servido una botella deTriay DO Monterrei varietal Godello. Ni siquiera se excusó ni me propuso retirar la botella, solo me dijo que salia ganando porque este erá mas barato. Como aprecio bien el Godello y como además estaba de vacaciones y no tenia ganas de liarla, zanje rápidamente el asunto. Tomamos también un agua de San Narciso.

No tomamos postre. No quisimos arriesgarnos Finalizamos con 2 cafés.

La cuenta ascendió a 52,75 €. RCP mala. Evidentemente no lo recomiendo y no volveré y lo siento, porqué comer al mediodía en su terraza frente al mar, con la Cala Mesquida a tus pies debe de ser muy agradable.

Recomendado por la simpática y profesional directora del Hotel Carlos III comparecimos en este precioso marco, con el mar rodeándonos a babor y a estribor y con ganas de tomar una paella, antes de retornar a Madrid. El equipo del restaurante muy profesional se hizo cargo de nuestras apreturas con la hora de salida del avión y aunque comer rápido no es lo más recomendable ni aconsejable, se cumplió con creces con la expectativa. Se trata de un local muy bien puesto, con una refrigeración que funciona, y aunque cabe la opción de la terraza, el viento que azotaba el entorno hacía muy prudente la opción interior. Vi buena bodega y detalles de "sitio serio". Un pan magnífico (0,80) para acompañar unas aceitunas, una cerveza sin (regalo de la casa) y un martini rojo (3,50 €) dieron paso a los consabidos mejillones de roca (9,00 €) de muy buena factura y punto y unas gambas de buen tamaño y plancha (30,00 €). La paella de marisco (algo de langosta -patas y de las delgadas-; dos cigalas y dos gambas) sabrosa pero no es de las mejores de mi vida, aunque estaba muy en su punto de sal y entero el arroz (al que quizás le faltó reposar el tiempo que nos teníamos. La paellera volvió sin un grano a cocina. Un pudding de brossat (queso mahonés) muy rico (5,50 €) y una botella de Sumarroca Blan de Blanes de 2012 (no me dieron opción de media botella) pero era vino recomendado a 12 €, y no era plan llevarme de viaje la media botella que dejé en la heladera. Un café magnífico (1,50 €) puso digno colofón a una comida más que buena y que sirvió para comepensar el mal sabor de boca de la noche anterior.

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