Aconsejados otra vez en nuestro lugar de alojamiento acudimos a este lugar con ánimo de comer algo de carne (llevamos saturación de pescado) y, todo sea dicho, a precio razonable. Se trata de una casa de comidas que está regentada con gracia y maestría por lo que parece ser una familia (perdón si he metido la pata, pero esa fue mi sensación): padre, madre y descendiestes. El local tiene su encanto: sus paredes de piedra con infimidad de fotos antiguas de la localidad y, especialmente, de temática pesquera, la iluminación... Parece que está completo y que no vamos a poder cenar, pero nos dicen que en 15 o 20 minutos podemos tener una mesa. Nos entragan la carta en la barra y nos ruegan hacer allí mismo la comanda mientras tomamos dos tercios (no hay cerveza de barril). Otra cosa a tener en cuenta es que no hay terraza. Se cena dentro y pienso que en días de invierno cuando sopla fuerte la tramontana debe ser un encanto sentarse a comer en un lugar tan encantador.
Tomamos:
- Anchoas de l'Escala con pan y tomate: cuatro montaditos grandes con una anchoa de calidad y un tomate rallado excelente.
- Riñones (¿de qué? No sé, lo siento. Sabor no apto para todos los públicos, mucho más peculiar que el del hígado. La salsa que acompaña está para mojar pan sin parar.
- Segundos: Galta de porc (carrillada) y chuletas de cordero a la brasa. Los hemos compartido y ambos platos han contentado a sendos somensales. Destaca la galta con un punto de cocción exquisito y la salsa de ceps que acompaña. Bravo.
Hemos tomado Juan Gil que ha salido a temperatura muy correcta. Hacía tiempo que no lo tomaba y me ha vuelto a cautivar por su fàcil trago y su gracia para acompañar cenas informales. Hay unas 20 referencias en la carta con predominio de los vinos de la Tierra.
Para concluir solo les digo que volvimos otra noche y que pedimos el mismo vino, las anchoas de nuevo, els musclos (mejillones) y dos de carrillera. Genial.
Otro apunte: los comentarios en otra web de valoraciones son excelentes: todos hablan del encanto del lugar, del trato y de la carrillera. Justo aquello que yo quería destacar.