Pues sí

Siempre intento valorar restaurantes que conozco y en los que he estado antes. Pienso que una única visita no es suficiente para que nos hagamos una idea real de lo que son, y en la mayoría de las ocasiones la fortuna o el fracaso de la primera vez no justifican la crítica.
"El Típico Andaluz" es un mesón de Estepona. Su nombre y ese adjetivo no le pueden hacer menos justicia, de hecho nunca entraría en un sitio así sin referencias previas, ya que de antemano pensaría que me iban a tomar por guiri, a dar mala calidad y a cobrar un riñón. Tres premisas que en este caso son erróneas.
El establecimiento que hoy nos ocupa está en el centro del pueblo, en una calle que han hecho peatonal hace poco, en una casa típica del sur. Nada más atravesar la entrada nos encontramos con dos espacios, a un lado la barra donde al fondo encontraremos diferentes estancias con mesas y al otro un cubículo donde un incansable maestro jamonero ejerce con tesón, arte y esmero tan noble oficio. En verano sacan todo a la calle, para evitar el sofocante calor interior.
La oferta gastronómica ha sido ampliada recientemente, pero a nosotros lo que realmente nos interesa es todo lo relacionado con las vacas y los cerdos (ibéricos).
Para comer, (o mejor dicho, para cenar, pues abren sólo por la noche) nada mejor que unos magníficos quesos más o menos curados, que terminan con uno apto sólo para soldados valientes y las excelsas chacinas que por sí solas merecerían un peregrinaje aunque tan sólo fuera una vez al año. Lomo, chorizo, diferentes tipos de morcilla, en especial una embutida que elaboran con hígado y que es la mejor que he comido nunca y unos increíbles jamones a los que dedicaremos un párrafo entero.
Las piezas son escrupulosamente seleccionadas y provienen de diferentes zonas, Jabugo, Guijuelo, Valle de los Pedroches... Cortadas a cuchillo en perfectas lonchas o en tacos son un bocado sublime, mantienen temporada tras temporada un nivel enorme, uno de los más altos que conozco en España. Si todo esto lo acompañamos con unos tomates "aliñaos" y esas rebanadas de pan tostado en aceite tan características de Andalucía, de un salto tocaremos el cielo y en un momento escucharemos cantar a Camarón, recitar a Machado o ver como pinta Romero de Torres.
El resto tiene poca importancia, carta de vinos sin excesivo interés, servicio lento aunque amable y vajilla, cubertería y cristalería corrientes.
Precios económicos, por 20€/persona se sale más que satisfecho. Esencia y calidad, si andan por la zona no se lo pierdan.
*Valoraré la cocina con un 10 porque los embutidos son insuperables.