Situado en primera línea en la playa de Coz-Pors dispone de una preciosa terraza donde decidimos cenar para ver la puesta de Sol en el mar. La verdad es que las vistas son una pasada. Uno va viendo como bajan la marea y el Sol coordinados, al unísono, mientras va degustando una muy buena cena. Porque además del entorno, en el lugar no se come nada mal, no señor. Vamos al lío.

Rosa y yo nos decidimos por el menú Triagoz (27€ bebida aparte) y la Marta tomó el menú "petit gastronome" (12€).

El menú infantil, comparado con lo que uno encuentra en general, es una pequeña maravilla. De primero unos rollos de jamón york rellenos de ensaladilla y de segundo un pollo con patatitas al horno con una salsa reducida de toma pan y moja. La verdad es que no es difícil hacer menús infantiles sin tener que recurrir a la omnipresente hamburguesa o al pescado rebozado con patatas fritas, y aquí lo demuestran. De postre no estoy seguro pero diría que se pidió unas bolas de helado.

Respecto a nuestro menú, yo tomé de primero unos ravioli de gambas con caldo dashi , muy sabrosos y delicioso el caldo que los acompañaba. Rosa se pidió carpaccio de ternera con lascas de parmesano y verduritas picadas muy finas en vinagreta que lo acompañaban perfectamente. De los mejores carpaccios de ternera que he probado, la verdad. De segundo los dos tomamos bacalao con tallarines y croustillant de hierbas aromáticas y una espuma que diría que era de crema de leche, aunque no lo recuerdo con exactitud. Siguió con el buen nivel de los platos anteriores. De postre una deliciosa tarta Tatin con helado de vainilla, muy buena.

Para beber yo pedí un par de copas de Menetou- Salon (5€ la copa), un SB de la zona del Loira servido en buenas copas.

Servicio correcto pero un poco atrotinado, supongo que por la saturación de mesas ocupadas que tenían esa noche.

Local muy recomendable si uno anda por la zona y quiere disfrutar de una buena comida y un entorno precioso a un precio muy comedido. Y de la zona, la costa de granito rosa, pues sólo puedo hablar maravillas, así que si alguien se decide a pasarse por allí, aunque quede un poco lejos, vale mucho la pena.