Local ya comentado y que de forma periódica y necesaria tiene alguna visita n el año. Se mantiene la misma cocina y la competrencia vecinal de menú de diario sigue feroz.por lo que obliga a hacerlo bien (en su escalafón) y barato ya que la gente mira en el panel más el precio que la opción de platos y si hay 50 cts de diferencia, se lo piensa. Como mucho cambia alguna camarera manteniendo un nivel de trabajo alto.

Menú de 7.5 € con elección entre varios primeros y segundos, con postre o cafe. Dos visitas seguidas que agruparé en único comentario de la última.

Beber: tercio de estgrella del Sur sin alcohol.

Para comer fdeuá y costilla al horno con postre de flan de café, incluye pan y el IVA, por ese precio. Como extra al men´ñu, un café del tiempo por 1€ más.No dá para más.

Con periodicidad hay algun dia de trabajo que precisa de una comida rápida en la que hay que cumplir con trabajo-comer-trabajo en el menor tiempo posible.
No hay cambios en el local en el año transcurrido y todo sigue en el mismo planteamiento y manteniendo el trabajo diario de hacer rentable un menú básico. Difícil empresa.

Comida de menú:
. arroz al horno: bien hecho con buen punto de cocción; ingredientes limitados por el precio.
. calamares plancha con patatas fritas: algo sobrados de aceite, pero bien resuletos. Acompañana también algo de verdura: calabacin y berenjena.
. postre: fruta del dia: naranja.

Para beber una Estrella Galicia Sin, agua sin gas y un café correcto.

Servicio rápido y eficiente en un ambiente familiar, como se precisa en esta ocasión.

Local que, con su vecino Guadix, que se reparten los clientes del día de la zona. Más pequeño que el mencionado, menos gente, sensación de más casero y menos opciones. No hay cambios respecto a hace un año. Comida de menú: . cerveza Estrella y Aceite La Española con un pan básico . potaje: bueno en general, buena cocción de sus elementos. . tortilla de ajos y espinacas con patatas fritas. Normal. . flan y café Servicio rápido y eficiente. De nuevo, cumples la necesidad fisiológica y a currar.

Necesidades de comida rápida para seguir el trabajo obligan a buscar opciones rápidas y para ello, aparte del bajo coste, están los menús diarios en locales tipo bar-restaurante como es el caso.

Empezamos con agua Liviana y tinto Salinas y gaseosa sobre mantel de papel pero con servicio rápido y familiar.

De primero potaje de alubias; como suele ocurrir en estos sitios, los guisos, lo mejor aunque sea con materia prima barata.

De segundo ternera con patatas fritas y verduras. Aceptable pensando en precio final.

De postre flan de café. Correcto.

Un café final (fuera de menú) para completar la comida.

En esta época de crisis, a medio día existe una competencia brutal en cada barrio por ofrecer menús de mejor apariencia y al menor precio, para atraer sobre todo a esa población flotante o trabajadores de la zona que por cuestiones laborales no se desplazan a casa y tienen que cubrir la necesidad de comer y lo hacen a base del menú del día (todo incluido) y que muchas veces van a piñon fijo con el dia de la semana (los viernes paella...).

En este caso local bastante lleno por la proximidad de un centro de trabajo importante, y a pesar de ser época estival con menos gente en la zona. Mantel de papel, cubiertos y copas de batalla, pocas posibilidades de salirse del menú del dia, aunque hay tapas en barra, ofrecen 4 ó 5 primeros y 3 ó 4 segundos y postres para elegir.

Comida para dos con botella de agua fría grande (¡y tanto!, de litro y medio) de plástico; copa de vino tinto que al menos va en botella de cristal (Masía Calabarra) aunque la calidad es muy baja, pero tienen el detalle de dejarte la botella por si te atreves a repetir. Pan cortado en rodajas hace horas y que se ha secado con el calor de la cocina; al menos buen aire acondicionado que se agradece.

Para comer: ensalada tropical, bien de cantidad con verdura, tomate, piña, cebolla, aceitunas.. y salsa rosa por encima; la otra opción fué tortilla de cebolla y chorizo (chorizo de embutido, no de fiambre): buena de sabor pero el chorizo iba a su aire ya que los trozos demasiado grandes quedaron más como tropezones en la tortilla sin acabar de integrarse.
El otro plato fué el mismo para ambos: arroz de col y bacalao que estaba algo empastrado (por recalentarlo en microondas) y flojo de fondo aunque con bastante col y bacalao.
De postre: manzana asada correcta, y cuajada con miel de azahar casera gustosa. Dos cafés correctos.

Sensación de gente trabajadora que le cuesta ganar cada euro y que llega hasta donde puede. ¿Cuántos menús hay que vender para pagar el alquiler, luz, agua, impuestos....?