Entre las mejores hamburguesas de la ciudad

Inglewood tiene dos locales en una ciudad que tiene una cierta inclinación hamburguesera, aún no sé si reciente o antigua. Ambos locales son intercambiables, pero a este es al que más he ido.

Propuesta sencilla y moderna en todos sus aspectos. Locales decorados a la americana pero con gusto y mucha madera. Cubertería, cristalería y demás como cabe esperar de un sitio de hamburguesas, así sea chic. Nada que esperar en ese frente. Tampoco en el del servicio del vino, casi inexistente, que compensan con una buena cerveza artesanal en barril.

Lo que importa son las hamburguesas, y aún no las he encontrado igual de buenas en la ciudad ni en el país. Carne jugosa suiza de calidad (esta gente no bromea con sus vacas), patatas fritas sin demasiado aceite, salsas muy sabrosas, panes crujientes. La carta varía poco, pero suelen tener una hamburguesa especial del mes que va rotando.

En definitiva, superior a otros locales de hamburguesas de la ciudad aún sin tener su fama. Conviene reservar.

Nota sobre el precio. Es muy adecuado para ser Ginebra y tratarse de un lugar de moda. Es en euros y no en francos, al cambio de la fecha de la reseña. Incluye una hamburguesa con guarnición y una pinta.