Muy buena opción por la zona

Restaurante del hotel Platjador situado junto a la playa y a unos cientos de metros de la iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla. Dispone de terraza con vistas al mar, a reventar y con gente esperando, y varios comedores interiores, amplios y con aire acondicionado. La cara de palo del maitre que nos recibió en la terraza no presagiaba el servicio amabilísimo aunque algo desbordado (después de un cuarto de hora, me encontré con dos saleros a la vez) que encontramos en el comedor interior. Decoración ecléctica y moderna. Ambiente familiar. Mesas de tamaño correcto, aunque la nuestra estaba demasiado cerca de otra, dificultando el paso de los camareros. Menaje correcto. Copas sencillas. Dispone de menú "a la carta" con algunos platos con suplemento, menú infantil y la posibilidad de tomar platos sueltos. No incluyen la bebida. Carta de vinos bastante más extensa y surtida de lo que me esperaba con precios alrededor de x2 y algunas recomendaciones algo mejor de precio.

Todos tomamos el menú "a la carta" (19,90€) menos mi hijo, que tomó el menú infantil (10,45€), consistente en un plato combinado con macarrones boloñesa, patatas fritas (precocinadas) y pollo empanado, más un helado a elegir de entre los de la carta.

Teniendo en cuenta el precio y dónde estábamos, en los platos se notaba oficio, buenas bases y puntos de cocción que disimulaban en buena medida las carencias de algunas materias primas, aunque las gambas anunciadas resultaran ser langostinos, como era de esperar, congelados. Buenos los mejillones al vapor. Las almejas a la marinera y las gambas (léase langostinos congelados) a la plancha se salvaron merced a un buen punto de cocción y a la salsa de las almejas. La fideuà con tinta de calamares y el arroz negro de marisco (el mismo plato: uno con arroz y otro con fideos) agradecían el sabroso sofrito, que mitigaba un allioli falto de ajo para mi gusto, los langostinos más bien secos y el exiguo par de mejillones. Me gustó bastante más la paella de verduras, sabrosa y ligera. Buenos postres caseros, sencillos y bien presentados. El chocolate con crema de chocolate y crujiente, contundente. La macedonia (piña, pomelo, sandía, kiwi y alguna otra fruta que no recuerdo) con sorbete de limón, bien presentada y refrescante.

Bebimos 4 botellas de agua de 1 l. y una botella de Louro do bolo 2011, con su correspondiente cubitera. Los mejillones los pedimos además del menú, aunque, de saber que las raciones eran tan generosas, probablemente nos hubiéramos abstenido de pedirlos. Un par de cafés completaron la comida. Las bebidas, a mi entender, algo caras: alrededor de 3 euros más IVA cada botella de agua y unos 2 euros más IVA cada café.

En general, mucho mejor de lo esperado para un sábado a mediodía del mes de julio en Sitges. Mención aparte merece la simpatía de los camareros que nos atendieron, que hicieron disfrutar de lo lindo a mi sobrina de 2 años.

  1. #1

    oscar4435

    celebrando el día del orgullo , imagino.

  2. #2

    Francescf

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Celebramos el cumpleaños de mi cuñado... No sé si te refieres a eso ;-P

  3. #4

    oscar4435

    en respuesta a Francescf
    Ver mensaje de Francescf

    A no se , igual .

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