Muy agradable

Le tenía ganas a este pequeño restaurante situado justo enfrente de la iglesia de Perros-Guirec. Es un local situado en una casa tradicional de muros de granito rosa. Cuando entras pareces retroceder algún que otro siglo en la historia: Paredes casi desnudas solo mostrando el granito de los gruesos muros, techos de madera, mobiliario de madera de pino y sillas de forja, etc. Resulta sencillo pero encantador y acogedor. Son pocas mesas y bastante juntas, aunque me pareció que había otro comedor en la planta de arriba. También hay algunas mesas afuera para cuando quiera llegar el buen tiempo. Además el servicio, aún con los problemas de idioma, resulta amable y simpático. Atienden con gusto tanto a locales como a turistas.

No hay detalles de la casa salvo un poco de mantequilla salada y una cestita con dos tipos de pan: Uno integral y el otro con frutas.

Carta no muy amplia basada en productos de la tierra. Pude ver al menos dos menús a precio fijo. Al final me decidí por la carta.

Cena para uno solo:

- Marinade de filets de sardines epicée: Cinco lomos de sardinas muy bien hechos. Diría que antes de marinarlos, los pasan ligeramente por la plancha. Textura firme pero delicada. Muy buenos. Los presentaron con una tostada para untar una especie de mousse de sardina riquísima. Finalmente, una ensaladita de tomates y rúcula.

- Jarret de veau braisé lentement: Jarrete fileteado de ternera con su jugo acompañado de unas zanahorias del huerto cocidas muy dulces y una nueva mousse esta vez hecha de zanahorias. Además, el plato incluía una guarnición algo disparatada de macarrones “al dente” ligeramente gratinados. Me gustó, aunque a la carne quizás le faltase algún tiempo más de cocción para llegar a ser melosa.

- Tarte fine aux nectarines blanches: Más que una tarta fina era una especie de galleta muy crujiente hecha al momento y sobre la que presentaron unos trozos de una nectarina muy dulce con una espuma de chocolate blanco. Además el postre incluía un sorbete de hierbabuena muy cremoso y refrescante. Algo decepcionante pero aceptable.

En cuanto a la carta de vinos, no hay muchas opciones pero intentan incluir vinos de fácil rotación de todas las regiones de Francia, además de alguna que otra sidra y champagne. Precios x 2. Me decidí por una botella de 37cl de un cabernet-franc algo acídulo del Loira: Domain de la Petite Chapelle 2009 (Saumur Champigny AOC), servido correctamente de temperatura y aceptable copa. Aunque me lo dieron a probar, luego no están atentos a rellenar.

Precio total: 62.60€ (incluido pan y servicio, vino a 16.90€ y botella de agua de 50cl a 3.50€)

  1. #1

    oscar4435

    Por lo menos nos vas a comer mejor que cuando andabas por esos países del golfo.

  2. #2

    JoseRuiz

    Gracias a ti vamos a tener una guía de restaurantes mundial.

  3. #3

    lsierrar

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    No te quepa la menor duda de que en Bretaña se come pero que muy bien.

    Saludos

  4. #4

    lsierrar

    en respuesta a JoseRuiz
    Ver mensaje de JoseRuiz

    Si no fuera tan vago, tendría un blog en verema, pero es que me da dentera.

    Saludos

  5. #5

    jacomur

    Otra vez por la dulce Francia. Qué tengas buén tiempo, que por alli llueve como aquí.

  6. #6

    lsierrar

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Si, esta semana es complicada y no puedo darme largos paseos como en junio. Pero bueno, queda la gastronomía, sidras y vinos.

    Saludos

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