Hace poco menos de un año que comí en Bodega los Barbas, y desde entonces pensaba comentarlo por aquí. Entre unas cosas y otras no he podido, pero de hoy no pasa.

Puede parecer un sitio alejado, pero os confieso que yo fui a Ayora, desde Valencia, única y exclusivamente para comer allí (aunque la zona tiene mucho encanto y vale la pena dormir un día y tomárselo con calma). Coincidí con Pablo en una cata de vinos, estuvimos hablando un rato y, cuando me comentó que se había montado un restaurante de carne en Ayora, le prometí que me acercaría. Había visto cómo diseccionaba los platos de la cata, me contó en los restaurantes en los que había trabajado –estrellados- y no me cabía duda que valdría la pena hacerle una visita. No me equivocaba.

La de Bodega los Barbas –un local pequeño, acogedor y con un buen hilo musical, sin formalismos y en una pequeña bodega en el subsuelo – es una cocina honesta, coherente, que no engaña. En Valencia el panorama carnívoro es casi un erial, bien por lo escaso de los sitios donde traten bien la carne, bien porque en los pocos que hay la parte derecha de la carta –esto es, los precios- parece sacada de una película de terror dirigida por Paris Hilton. En Bodega los Barbas los precios son muy contenidos, la oferta de carnes variada y el trato impecable. Pocas, muy pocas veces he comido un chuletón de buey mejor hecho que allí. El resto de la carta no desmerece: ensaladas y verduras de temporada –excelente las alcachofas-, opciones diversas y unos postres descomunales. La torrija –receta transmitida por un chef triestrellado- estaba sencillamente insuperable.

Pablo trata bien los vinos, y, aunque no es una enoteca de Valencia –ni lo pretende-, el servicio es bueno y la oferta está muy por encima de sitios similares, con referencias muy interesantes y vinos de oferta. Los precios, muy, muy comedidos (algunas botellas estaban más barata que en El Corte Inglés: palabra). Podéis pedir consejo, que no os defraudará. Una hilera de botellas de ginebra nos invitan a terminar de forma inmejorable la comida, y es que parece que los GT de Bodega los Barbas tienen ya hasta fama entre la clientela extranjera.

El precio, variable, puede oscilar entre menos de 20 euros (hay menús diarios o incluso temáticos) y... lo que queráis. dependiendo de con qué reguéis la carne ;) En mi caso, el precio incluye bebida.

En definitiva: un sitio de parada obligada si estáis cerca (y repito que la zona es bellísima, y el pueblo cuenta con varias casas rurales), pero también un restaurante que vale la pena descubrir, aunque sea haciendo unos kilómetros desde Valencia.