Teníamos comprado un cupón desde hace 4 meses y al fín conseguimos mesa para un día entre semana porque siempre que llamas y dices que es de Groupalia, te dicen que está ocupado el fin de semana entero (pero si no es de groupalia te la dan sin problemas).
Pero en lo importante, la comida y el servicio, lo malo es que también se deja notar que es de Groupalia y te sirven de cualquier forma y la comida aunque intenta ser original se nota que es muy prefabricada. El vino, sin posibildad de elegir, era de los que requieren gaseosa.
Y en cuanto al precio pagamos el cupón, más alguna cerverza y cafés.
Lamentablemente no lo puedo recomendar.
Fuimos a este restaurante que en apariencia tenía buena pinta y nos ha decepcionado bastante:
- Las tapas intentan ser de diseño pero se quedan en un "querer y no poder"
- A los platos les pasa lo mismo pero encima son bastante escasitos...
- Los camareros, como estaba algo lleno (no del todo) parece que te hacían un favor al atenderte.
No creo que volvamos.
Indicar que segun los datos de Groupalia no corresponden con el nombre del restaurante actual, dato que no entiendo o que lo hacen con la intención de acercarlo a un restaurante boutique, su fachada enfocada al guiri TAPAS&BURGUERS te hace pensar si efectivamente es el restaurante de la velada ideal elegido, una decoración moderna pero poco trabajada en distribución de las mesas muchas de ellas sentados en taburetes sobre mesas altas y que a lo largo de una comida/cena se hace incomodo. Un servicio y atención liviano, trato justo y poca información. En relación al menu indicar que las tapas son pre-elaboradas y muy cortitas en cantidad, tampoco el sabor es sublime y si convencional. La bebida te sirven en copa de vino un vaso de una botella ya abierta y ni siquiera te enseñan el vino que vas a beber. Plato principal se acerca mas a plato combinado de bar convencional que a plato elaborado gourmet, se acercan a lo anterior por la poca cantidad y quizas algun aderezo conocido. No recomiendo el cupón de groupalia y me atrevería a no recomendar el restaurante en su calidad precio. No entra el cafe, y el postre es una simple tarta de chocolate.
Fuimos este sábado a cenar a este restaurante de la Calle del Mar, en el local del antiguo Burdeos in Love. No teníamos reserva y no tuvimos problema de sitio, aunque fuimos bastante pronto.
Pedimos tapas para compartir y luego algunas mini hamburguesas para cada uno.
Tapas: Nos gustaron mucho todas ellas. Tenían una presentación cuidada pero las raciones un poco pequeñas.
- Calamares a la andaluza, presentados en un cucurucho de papel y acompañados de mayonesa.
- Berenjenas con miel. En su punto, muy buenas.
- Tartar de atún con aguacate. El entrante que más me gustó de los tres.
Mini Burgers: pedimos cada uno una mini burger, ya que es la especialidad, y nos gustaron también mucho, pero al igual que las tapas, la ración un poco pequeña para costar 5€ cada una. Yo tomé la Mini Burger mallorquina, con sobrasada.
Postre: de postre pedimos una tarta de chocolate para compartir. La presentación en un bote de cristal con tapa era muy original, pero en este caso no destacaba su sabor.
Vino: tomamos un vino blanco de Enrique Mendoza, que depositaron en una cubitera en la mesa.
El local es agradable, poco ruidoso y la decoración acogedora pero moderna.