Un local de paseo marítimo con algo de glamour en la decoración pero que lamentablemente el glamour desaparece cuando empiezas a sudar si acudes a medio día de verano. El local se reparte en una terraza junto a la playa con unas pocas mesas con protección de sombrillas bien ubicadas, otro apartado interior entre la terraza y las pequeñas dependencias interiores (cocina, mostrador de tartas, etc ) con ventiladores de techo y que da acceso a una terraza posterior (antiguo corral de la casa de pueblo, años ha) con vallas altas que bloquean el viento (si es que hace), algún árbol (higuera) y sombrillas sobre las que se han montado vaporizadores para intentar refrescar. En cualquier caso, por las noches y a primera hora de la mañana de los veranos se estará bien, pero a medio día (salvo que haya una potente brisa), se pasa calor y en algunos sitios, se suda aunque no estés al sol.
A la entrada hay una persona dedicada especialmente a que no se siente la gente sin respetar turno de espera, que lo hay, que suele estar desbordada. Las mesas y sillas son diferentes en los distintos ambientes. En el caso de la terraza posterior son mesas de madera sin mantel ni siquiera de papel (quitaría glamour) pero que se hace necesario limpiar con más frecuencia pues la madera se impregna fácilmente de restos alimentarios y lo que cae de la higuera. El servicio es "de verano" (salvo alguna excepción), es decir tan joven como inexperto, que hace muchos viajes sin que le cunda mucho.
La carta, de vinos y comidas todo junto, incluye opciones para desayunos que es un interesante tema con poca competencia vecinal. Apartado para comidas / cenas que incluye 8 opciones de picoteo, 3 tablas de quesos y jamon, 3 especialidades propias (pollo al curry, secreto de cerdo y lasaña vegetal), 7 tipos de ensaladas, 3 primeros de gazpacho y cremas; lo que serían platos fuertes son de "pan con pan" en el que encuentras variedad de sandwichs (hasta 5) y 3 bocadillos para almuerzos y en las comidas pasan a ser 9 opciones variadas; mención aparte el tema de tartas caseras (incluso para llevar a casa) con 17 opciones muy, pero que muy interesantes y glamurosas, en amplias raciones (entre 4,5 y 7€). También estan incluidos en la misma carta el tema de vinos y cavas (menos de 20 en total) de gama media y media/baja, con varias opciones por copas; apartado más importante para copas y combinados. Todo ello ya te coloca más en un sitio de postureo que de restaurante. Craso error.
Lo mejor del local es su cocina. Buenas presentaciones, buenas raciones, elaboraciones caseras. Lo que tomamos entre los cuatro fueron entrantes compartidos:
. nachos caseros con curioso guacamole: para comer nachos como si no hubiera mañana. Imprescindible.
. patatas LMB: equivalente a patatas bravas, con buen ali oli y salsa con picante comedido. Correcto sin más.
. hummus con pan de pita: buena textura, sabor de intensidad media, pan que acompaña bien.
Rematamos con un principal cada uno:
. lasaña vegetal: con calabacin, berenjena y boniato con bechamel de soja. Referida como bien
. burguer LMB: hamburguesa de ternera con bacon queso lechuga tomate y salsa burguer. Acompaña cuenco de patatas fritas básicas. Referida como notable
. pulled pork: carne de cerdo asada a baja temperatura, con salsa barbacoa, con coleslaw y pepinillos agridulces: dificil de comer, pero muy sabrosa la carne y bien complementada. Acompañada también de las mismas patats fritas que la burguer.
El dia anterior nos habiamos llevado a casa 3 tartas: carrot cake, cheesecake baileys y chocorgasmo, así que no repetimos aunque yo lo hubiera hecho de la de chocolate, muy en su punto, sin saturar de dulce; se aconseja compartir por el tamaño.
Un par de cafés del tiempo (con hielo y limón) correctos y un par de cafés frappé (latte y moca -mejor este último-) y sin sobremesa por el ansía de llegar al aire acondicionado del coche.
En la bebida y dado el tema de conducción nos quedamos en una pinta (no lo era por el tamaño, pero así la llaman) de clarita, 5 cervezas Free (0.0%) de Damm (se nota querere ser diferente) y 2 aguas grandes de Lanjaron.
Sitio interesante para las noches de verano pero mucho menos para comer a medio día (penaliza entorno); le salva la cocina, alejada de los platos de chiringuitos playeros, con carta de comida y bebida pensada para gente joven, con trato informal, cocina pensada de platos a compartir y sobre todo para tomar una copa con o sin tarta. Ahí gana por goleada. No encontrarás algo similar en el paseo marítimo. Les va tan bien que incluso han abierto un local, tipo kiosko, en mitad de la arena de la playa.