La especialidad son los pinchos de lechazo a la brasa, la verdad es que valen la pena, yo pensaba que serian muy secos, pero no, vale la pena la experiencia, pero ha mas cosas...
Seis comensales, para compartir pedimos alcachofas con salsa de boletus y jamon ibérico, gambas al ajillo y carpaccio de presa ibérica, personalmente me gustaron mucho las alcachofas.
De plato principal la especialidad de la casa, los pinchos.
Tema vinos, tienen una buena carta de vinos destacando los vinos de la zona, pedimos un Tresmano 2014 que con el lechazo acompaño bien.
Potres caseros destacando el arroz con leche, en general una buena experiencia
Otro año más, un lunes de mayo un grupo de aficionados al vino de Cantabria, reivindicando Riberexpo, nos acercamos a la zona de la Ribera, visitamos una bodega primero y luego comemos lechazo.
Esta año, nos decidimos por pincho de lechazo churro, en vez de la preparación clásica y por lo que parece, este lugar es uno de los que mejor preparan tal lechazo con leña de sarmiento.
Local a la salida del pueblo dirección a Valladolid, que me da la impresión que es de esos, que con los años han ido añadiendo dependencias en función de las necesidades.
Tras tomar un vino de la zona en la barra, nos acomodamos en una mesa redonda, amplia, con servilletas y mantel de tela, vajilla clásica del vecino Portugal. El comedor con 7 u 8 mesas bastante bien separadas y con la decoración que se puede esperar en un establecimiento así. Al final, a pesar de ser lunes, se ocuparon tres mesas.
Compartimos:
Espárragos de Tudela de Duero, dos por comensal.
Puerros con aceite y vinagre.
Alcachofas con salsa de boletus y un poquito de jamón encima.
Cecina de la zona de León con mus de foie.
De plato 5 pinchos de lechazo, para los 6, a 17.5 euros más el IVA.
De postres, un poco de todo: arroz con leche, helado de queso con fresas, helado de nata y piñones y tiramisu.
Los espárragos muy buenos, de tamaño, textura y con un ligero aliño que les realzaba, la cecina bien y los pinchos excelentes.
Los pinchos logran un buen punto de la carne, con sabor a la madera, sin estar en demasía aliñados, sabiendo a lechazo.
Los postres pasaban con mucha dificultad del aprobado.
De beber; la carta con predominio evidente de la zona, con algún Rioja y algún Toro. Copas normalitas y servicio de descorchar. Tomamos Tarsus crianza 2009 y Santa Fe 1492 crianza 2009, ambos a 14 euros más el IVA.
Servicio de la sala, voluntarioso, tratando de agradar y con un buen ritmo de platos, sin agobiar. Hubo que pedir que nos cambiasen los cubiertos para la carne, no porque no cortasen.
Lo descrito con cafés, sin contar el vino, ascendió a 35 euros por comensal con el IVA ya incluido.
Comentario:
El pincho, merece bien una visita si estas por la zona y los espárragos casi, si eres un devoto de los mismos.
Se empeñaron en resaltarnos el nivel de sus postres, en especial el arroz con leche y a ninguno de los 6 comensales nos pareció para tal.