Un buen anisado que permite una buena combinación con café sin azúcar dando como resultado un conjunto que vuelve a ponerse de moda. El resto de la copa con un par de hielos deja ese final de dulce (para algunos excesivo) para iniciar la sobremesa después de cenar.

Muchos años sin contacto con anisados y este mes por circunstancias de falta de opciones más habituales de copa de trago largo para después de comer, pues pasó por la vista esta opción dulce que ahora se repite.

Los anisados que en su momento fueron una opción frecuente sobre todo hacia el género femenino, actualmente está decaidos quizás de forma injusta. Otros destilados como ron y ginebras han acaparado el mercado, quedando solo para aquellos que, como yo, siempre prefieren un final más en dulce que en alcohol seco.

Color blanco transparente, con tonos blanco nata, denso.
En nariz hay intensidad alta de anisados que envuelven todo lo demás aunque algunas hierbas aromáticas el campo se aprecian en el fondo.
En boca es denso, suave, el dulce tapa las sensaciones alcohólicas, solo se aprecian notas anisadas con alta intensidad. Recomendable rebajarlo y enfriarlo con cubitos de hielo.

Una fórmula que se mantiene desde hace más de 200 años