Curiosa botella, con bolsita de bayas incluido en el cuello de la botella.
La compramos por descubrir cosas nuevas, pero yo personalmente no pude con ella, en nariz ya avisa de su potencial, con mucho anís estrellado, pero creo que es la raíz de angelica la que mas molesta, muy licoroso y punzante.
Pero en boca es donde tira para atrás, ese aroma se multiplica en la boca y se hace excesivo.

Como he dicho antes no pude ni acabarla.

Botella de corte moderno, etiqueta negra y tapon de corcho.
De color limpia y transparente.
En nariz es muy aromatica, sobresaliendo por encima de todo el anis estrellado.
La nariz se traspasa a la boca, dulzona y empalagosa, el anis lo inunda todo.
Se mezclo con Fever Tree, bayas de enebro y cascara de limon, para tomar un GT por probar y no mas.

Desde luego quien espere encontrar una ginebra al uso no puede probar una Dragons. Con un excelente perfil aromático, que asombra por su complejidad, profundida y finura, no deja indiferente. Se presenta con bayas de enebro para mezclar 3-4 en la copa, junto al hielo, limón (sugerido por la destilería), cáscara de lima y tónica. La mezcla es sorprendente. El sabor especial. Personalmente no es mi estilo, ya que el sabor intenso se apodera de la boca, destacando matices que nunca esperabas encontrar en una ginebra. Es rara, personal, con carácter. Ideal para aquéllos que buscan cosas diferentes. Se puede tomar sola, incluso me atrevería a decir que sería ideal maridada con algunas tapas y platos exóticos (quizá shushi, o algún plato con cítricos).

Desde luego, una ginebra con personalidad. Eso sí, pide cargar muy poco la copa, porque si no su complejidad se puede apoderar del combinado.