Cognac anodino

De color ambarino muy limpio, lo primero que me llamó la atención y a mal de él es el bofetón puramente alcohólico que te llevas al intentar olerlo. Y digo puramente alcohólico porque no noté otros aromas asomando tras el alcohol ni a balón parado ni tras agitar ni al cabo de 15 minutos. Afortunadamente la entrada en boca es más suave de lo que cabría esperar tras esta primera impresión y se percibe una sensación untuosa y grasa agradable acompañada de un ligero sabor como a madera nueva. Pero poco más. A mi parecer netamente inferior a un buen solera gran reserva jerezano y con un precio francamente alto para lo que ofrece.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar