Creo que este ron aun no se comercializa en España y eso que obtuvo la medalla de oro en la International Spirits Competition del 2009. Para la cata quedamos con Lucas, conocido cariñosamente como "abuelo cebolleta". El comentario calificativo máximo en su escala de valores es un "no está. mal"... todo un reto!!

Este ron se elabora por el procedimiento jerezano de Soleras, con una exigente selección de caña de azúcar, cuya cosecha se realiza en verano. Para la crianza se utilizan barricas de roble americano usadas, que previamente se destinaron para envejecer Bourbon.

CATA

Elegante botella de vidrio muy grueso, vestida con una etiqueta adhesiva muy simple, limpia, clara, sencilla... la complejidad va dentro. La presentación incluye un estuche de cartón de excelente gramaje con elegante presentación en color burdeos. Tapón de corcho. Volumen alcohólico 40%

Visual: Precioso color ambarino con reflejos chocolate, cristalino, limpio, con rosario de lágrima densa que se aferra al cristal de la copa.

Nariz: Ataque tan intenso como elegante y complejo. Notas melosas que te sulivellan, como diría Carlos Mejía Godoy. Encontramos caramelo, frutos tropicales maduros, frutos secos (avellanas), especias (canela, vainilla), maderas nobles, pasteleria de hojaldre con miel, notas exóticas (incienso), flores perfumadas. en fin, un subidón.

Boca: Entrada espectacular. Hasta el Abuelo Cebolleta se expresó de forma irreconocible "este ron está muy bueno". Cuerpo denso, aterciopelado, embriagador, amplísimo. La graduación alcohólica está integradísima, las notas melosas, acarameladas, las especies, maderas y frutos secos te cautivan con su intensidad y larguísimo recorrido.

Un sorbo, una caricia rebosante de cariño, apasionado beso con huella en el futuro mas lejano. Lo compartimos con un Habano y relajada música de jazz. Si en ese instante hubiera entrado por la puerta el mismísimo Elvis Presley... no nos hubieramos enterado!

Si alguien lo prueba, por favor tomarlo solo, ni siquiera con hielo, para poder sentir lo mismo que nosotros... Abuelo Cebolleta incluído (que seguía alabando el ron con palabras y comparaciones solo permitidas en horario de madrugada).