Cuando la temperatura baja diez grados de golpe y cuando la niebla es tan espesa que no le deja ver a veinte metros por delante del morro de su coche, cualquier hombre de constitución normal tiene unas ganas locas de comprar una buena choucroute garnie calentita para comer en casa. La Jenlain Ambrée es la acompañante ideal para este tipo de plato.

     De bonito color ambarino, con espuma blanca, bastante abundante, medianamente cremosa y de corta retención, huele a ciruela pasa y a tierra de brezo pero nadie pierde el tiempo oliendo su vaso. Se bebe golosamente esta cerveza apetecible, porque está hecha específicamente para ser bebida así, sin medida, sin remilgos, como las mujeres han sido hechas para ser amadas. Entre bocado y bocado, la cerveza nos deja ver sus entrañas : algo de melón bien maduro, un toque de clavo, notas terrosas subyacentes, final moderamente lupulado. ( PVP :  2,93 € )