A la vista de color ámbar marronáceo, muy turbia y con abundante espuma cremosa que no llega a desaparecer.

En nariz domina el cereal y la levadura, sensación de masa de pan cruda o poco hecha. Aromas ácidos algo cítricos y también melosos. No me aparece la fruta madura habitual en este tipo de cervezas.

En boca se muestra amplia aunque algo por debajo de sus homónimas, de equilibrada acidez, un punto tostadito que me trae recuerdos al pan tostado, con ligeros amargos. De carbónico notorio y agradable postgusto.

Botella de 50 cl. en vidrio marrón con cierre de brida. Me gustan estas botellas, más grandes y diferentes, yo diría que auténticas. Su verde etiqueta abarca casi toda la botella con la típica estampa del monje, imagino que capuchino, degustando su cerveza. Mira que saben! Para qué complicarse con el Marketing?

Adquirida en Distribuidor de Cervezas por 1,66 €.

Me ha gustado, os la recomiendo. Otra opción más para los amantes de las Weissbier con una muy buena RCP.

     Correr 5 Km al día da sed ; el sexo da hambre : y viceversa. Es un círculo vicioso : ¿ cúal es la solución ? Llenar el depósito a tope. ¿ Qué beber comiendo patatas con tocino o tocino con patatas ? Basta con tomar 50 cl. de esta cerveza pero depende de la capacidad de su tanque. En la etiqueta, un enorme capuchino invita a seguir su ejemplo : cerveza nutritiva, magnífica y cremosa espuma, nariz soberbia - limón, clavo, plátano verde, bollo de pan -   boca amplia con notas de pera cruda, de melocotón cocido, de pan de molde ... cerveza que da ganas de repetir o de repostar. Cierto, pero es verdad que un litro de gasolina es más barato que un litro de Kapuziner Weißbier, queramos o no : bueno - a veces - en la vida, hay que elegir. ( PVP : 2,00 € )

      Es una weißbier dorada, con un giste abundante, cremoso, duradero, una magnífica cerveza embotellada sin filtrar. Huele a corteza de pan, a limón dulce, a pulpa de mango verde. Sabe a pan duro, a pan de salvado, a clavo y a piel de pera. El único pero es que carece de amargor pero es tan redonda como el monje que figura en la etiqueta de estilo barroco : muestra el pecado de gula de un capuchino. Contrariamente a lo que se cree, el primer trago no es el único que cuenta : a mí me gusta muchísimo el último. ( PVP : 2,00 € )