De color dorado, clara y limpia. La espuma es blanca, de aspecto jabonoso y tan abundante como efímera.
En nariz apenas muestra matices y por no dejar en blanco este apartado diría que se asoma el cereal, notas melosas y poco o nada más.
En boca se muestra suave, marcada por el abundante carbónico que abre paso a unos amargos potentes con fondo herbáceo, puntiagudos que conforme aparecen... desaparecen. Nula persistencia. Muy plana, en definitiva.
La botella es llamativa, especialmente porque todos la conocemos de Los Simpson y por esa gran etiqueta en rojo chillón.
Adquirida en grandes superficies por 1,58 €.
Ahora entiendo por qué Homer se bebe tantas... y es que no se sienten!
No creo que te haya animado mucho más, así que ya sabes...
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