Visual: Color amarillo dorado, espuma blanca de media densidad.

Nariz: Media intensidad, lúpulo, herbáceos, cereales, flores blanca.

Boca: Refrescante, amargor con un leve toque dulce, herbácea.

Se bebe pero no aporta demasiado.

Color ambarino de aspecto transparente, generando espuma blanca de aspecto jabonoso y persistencia corta. 
Nariz de intensidad media-baja con predominio de notas maltosas y sutiles notas metálicas. Al subir la temperatura se aprecia el lúpulo de carácter herbáceo pero suave. 
En boca es ligera, fresca, de amargor suave que predomina en todo momento, con un final de poca persistencia. 

Una cerveza checa que no tiene nada destacable, ni el color (más bien medio), ni la espuma (poco persistente) ni una nariz llamativa (cereales algo dulces) y una boca muy plana en la que quizás el carbónico sea destacable, lo cual no es algo muy deseable.

Esta Staropramen checa. Personalmente prefiero sin lugar a dudas La Pilsner Urquell una de mis cervezas favoritas. No hay color.

Color dorado con espuma abundante.

En nariz predominan los cereales, hierbas.

En boca la nota predominante es el amargor del lúpulo. Muy ligera, demasiado plana.

Color amarillo dorado, brillante, con espuma blanca poco abundante y poco persistente.
En nariz hay aromas de cereales principalmente, también especias como nuez moscada, algo de pimienta blanca, herbáceos y frutos secos con miel.
En boca es suave, ligera, abundante gas, sabor de cereales tostados agradables y amargos destacables que persisten.

Hay cervezas checas con más calidad incluso entre las populares.

A la vista presenta un color amarillo dorado y brillante, con espuma blanca porosa, ligera y apenas persistente.

En nariz, aparecen recuerdos a nuez moscada, al cereal, verduras y hierbas frescas y al coger temperatura aparece un ligero aroma a miel.

En boca se muestra ligera y bastante gasificada, destacando los amargos-secos desde el inicio que van "in crescendo", siendo ésta una sensación única y persistente.

Presentada en botella de 33 cl. en vidrio verde con elegante etiqueta en colores metalizados que la hace atractiva.

Su precio en esta ocasión fue de 1,25 €.

Su nombre significa “fuente antigua” y domina el mercado checo, junto con Urquell, exportada a multitud de países. Dicen por ahí que en Irlanda es tan popular que le llaman con el diminutivo “star”, compitiendo con la Guinness.

Pues pese a su popularidad, a mí no me convence, le faltan matices y creo que no es mi estilo, pero ya se sabe... para gustos colores.

Rubia dorada de ligera espuma blanca. De sabor suave, fresco, y con el amargor natural de las checas. Aromas secos de cereal, cebada, y flor blanca. Refrescante, de carácter seco.
Se bebe perfecta.
Su precio ha subido a mayor velocidad de lo que lo hace su espuma. Anda ya por 1,25 €. Y cuando entró valía 0,75 €.

Cerveza praguense de color dorado con espuma ligera que no periste mucho tiempo en el vaso. Intenso aroma malteado y sabor fuerte, amargo por el lúpulo. Cuerpo medio y se nota bastante el gas. Bien fría es muy refrescante y, aunque el amargor es intenso de inicio, deja un sabor agradable en boca y calma bien la sed.
Una buena cerveza checa. Ojalá tuviesen aquí el mismo precio que en Praga donde te puedes empujar medio litro por algo menos de 1€.
Botella de 330ml