Año y medio después volvemos con esta rica cerveza belga de abadía. Estamos en el mismo restaurante del año pasado celebrando el cumpleaños de mi esposa junto con mi hija pequeña y nos vuelven a servir en su misma copa Chimay, todo un detalle. La sacan bastante fría por lo que esperamos unos 15 minutos con la birrita servida en la copa antes de proceder con su valoración. Aún así estaba sobre los 6-7°C.
VISUAL: Precioso color marrón negruzco y opaco con la espuma en tonos café con leche. De burbuja mediana y bastante persistente (95).
OLFATIVA: Las primeras fragancias que asoman son de cereal malteado, con apuntes tostados y recuerdos de caramelo toffee. También hay notas de bollería, a coca malfeta, a galletas maría, a crema inglesa así como a chocolate, café en grano, achicoria y algarrobas. De gran complejidad aunque por la temperatura de esta ocasión mantiene una intensidad media-baja (88).
GUSTATIVA: Muy amplia en boca con el carbónico perfectamente integrado y el grado alcohólico poco perceptible. Paso por boca sedoso y amable con aromas retronasales de caramelo tofee y natillas. Post-gusto largo, carnosito, con sabores tostados del lúpulo malteado, a café en grano y achicoria un final dulzón con recuerdos de bollería, a "pan quemao". La persistencia es tremenda, de 3 min y 10 seg. Una sensacional cerveza, con cuerpo y compleja, como nos gustan. Nos ha parecido mucho mejor cerveza que lo percibido en la anterior valoración... (94).
La RCP la mantendremos en muy buena.
MARIDAJE: Acompañó unos entrantes consistentes en un pulpo con yuca y crema de puerros flambeada y una ensalada de croquetas de queso de cabra. Sensacional especialmente con las croquetas pues los intensos sabores lácteos y salinos del queso maridaron maravillosamente con las notas tostadas y dulzonas de nuestra birrita. Un gustazo!!
Salud-os!!
Estamos en una comida con un proveedor y de aperitivo nos pedimos esta cerveza belga trapense lo que"significa que se elabora entre las paredes de un monasterio trapense, bajo el control y la responsabilidad de la comunidad monástica, que está implicada en el proceso íntegro de explotación de la cerveza y que el grueso de los ingresos generados por esta actividad se destina a cubrir las necesidades de la comunidad y a la obra social. Su actual receta fue elaborada por el Padre Théodore, cuando reconstruyó la cervecería después de la Segunda Guerra Mundial. Él se inspiró directamente en las recetas originales de los comienzos de la cervecería en 1863". Nos la abren y sirven en su copa Chimay ad hoc, bajita y ancha, a unos 7°C de temperatura.
VISUAL: Presenta un bonito color rojo cobrizo, turbio y de tonalidades ocres. Su espuma es blanca marfil, muy persistente y de burbuja gruesa (92).
OLFATIVA: Los primeros aromas que se aprecian son de cereales mateados y levaduras. Más tarde encontramos notas de avellanas tostadas, apuntes frutales (albaricoque y plátano), herbáceos de estragón y unos dulzones recuerdos a cacao en polvo y caramelo quemado. Buena complejidad e intensidad media (88).
GUSTATIVA: Cerveza con una ataque y una entrada deliciosos. Carbónico presente y grado alcohólico notorio. Su paso por boca es cremoso, muy amable, con mucho cuerpo y de gran frescura. Retronasal malteado y con ligeros recuerdos de fruta tropical. Post-gusto largo, intenso y amargo que nos da una persistencia de casi dos minutos. Es una de las típicas cervezas trapenses, de hecho una de las más conocidas y vendidas, muy rica y consistente, como a mí me gustan (92).
La RCP atendiendo a su precio en internet la considero muy buena. Cuesta 1.73 euros el botellín de 33 cls pero es que se trata de una cerveza sobresaliente.
MARIDAJE: Nos la tomamos acompañando un T-bone de 800 grs que pedimos como entrante y compartimos entre cinco. Cerveza con el suficiente carácter para no flaquear ante tan colosal pieza de carne. Sus notas amargas y frutales maridaron deliciosamente con los apuntes animales y sanguíneos de la ternera. Gran disfrute la verdad.
Salud-os!!
Es la cerveza de esta casa, que conozca, de menor graduación, resaltan mucho los amargos sobre otros sabores, de color marrón con tonos rojizos, con abundante espuma cremosa duradera. En nariz aromas a frutos secos y cereales. En boca recuerda a la azul, con menos cuerpo, es más amarga que la azul, sabrosa, buena.
Color cobrizo, reflejos dorados, turbia, muy buena espuma esponjosa y levemente, que permanece.
En nariz buena intensidad de aromas de fruta tropical (plátano), frutos secos (avellanas), buenos cereales tostados.
En boca es intensa, con cuerpo, abundante carbónico pero integrado, hay fruta y frutos secos pero el recuerdo global es de buenos amargos. Persistencia media.
Servida como cerveza de barril.
Color oro pardo con tonos rojizos, bastante turbio y con abundante espuma cremosa de color amarillo avainillado, bastante duradera.
Los aromas son de buena intensidad y destacan los frutos rojos, chocolate, frutos secos, flores secas, cereales y malta.
En boca es sabrosa, el paso de boca con mucho equilibrio, recuerda a la azul por lo bien que conjugan el amargor y dulzor, un poco menos de cuerpo que aquella, pero con casi todas las cualidades.
Excelente cerveza, esta un poco menos cara que su hermana mayor, cuesta sobre los 2- 2,1 €.
Cerveza trapense belga de cebada y trigo de color cobrizo con destellos verdosos, tan turbia que no permite ver la burbuja pero sin embargo muestra bastante carbónico. Espuma color crema, de apariencia esponjosa, de poro grueso, poco persistente pero sin llegar a desaparecer por completo.
Aroma a hierba fresca con fondo de licor de fruto seco, tal vez avellana, y recuerdos frutales a melocotón y plátano.
En boca muestra buen carbónico grueso, dejando un potente y curioso chisporroteo en la lengua. Predomina el amargo sobre el dulce, ambos sabores aparecen con rapidez y de la misma forma desaparecen dejando un buen frescor de boca.
La botella de la Chimay es chata en vidrio marrón, con 33 cl. de cerveza y con una etiqueta en rojo que también sirve para clasificarla por colores: Chimay Roja, Chimay Azul, etc.
A mí, personalmente, me gusta mucho! Aunque son pocas las cervezas que no me gustan ;-P
Tomar cerveza demasiado joven encierra algunos problemas : esta Chimay, recién embotellada, es a la vez decepcionante y desagradable al paladar : sabor soso, sabor a tubería, sabor a cápsula. Ocurra lo que ocurra, tomemos las cosas por el lado bueno : se puede cocinar con cerveza en mal estado. ( PVP : 2,00 € )
Ambarino oscuro de opalescencia media con la espuma ligeramente tostada
Intensidad media, especiada y dulce
en boca es muy agradable y sedosa, fresca y sabrosa
Color marrón rojizo. En la copa apropiada forma una generosa y consistente corona de espuma de tono crema-marrón. Despliega aromas claramente malteados. Paso fino por boca, denotando carácter. Excelente cuerpo y amargor que le permiten ponerse a tono para una sinfonía con algunos quesos maduros y carnes blancas y rojas. Buena cerveza.
Color dorado oscuro achocolatado de aspecto turbio, con buena formación de espuma oscura, densa y persistente.
Aromas malteados y de frutos secos. La etiqueta indica "afrutada" pero yo no la he sabido encontrar.
En boca es de carácter amargosa, notas de alcohol y parco en acidez, no es excesivamente refrescante. Pesada y de buen cuerpo, para acompañar a una comida.