Torroxal, vinos con espíritu atlántico
Fundada en 1998 por un grupo de reconocidos viticultores y empresarios del Rosal, tiene como finalidad elaborar vinos de gran calidad con variedades autóctonas del Valle de Rosal que representan todo un referente en el mundo vitivinícola.
Con este principio en mente y con los vinos que se han elaborado desde siempre en las bodegas de nuestras familias, nace TORROXAL, como el regreso y reflejo de aquellos tintos y blancos que se degustaban en las casas, romerías y viejas tabernas de O Rosal. Alcanzar nuestra meta partiendo por rescatar de la memoria aquellas uvas que iban a caer en el olvido. Únicamente las hemos adaptado a la climatología de la región y al terreno.
Torroxal representa la exigencia manifiesta del trabajo lento y continuado, la paciencia en el tiempo del viñedo y la espera por otorgarle valor a los vinos. La firme decisión de ofrecer sus productos bajo un claro enfoque de innovación, cultura y factor humano cargados de valor.
La bodega busca trasmitir el espíritu atlántico como parte de su patrimonio. El compromiso estratégico está centrado en una filosofía de clientes a través de la comunicación clara. Nuestras etiquetas, botellas, estuches, etc, responden a un sentido artístico y estético para nada vacío porque forma parte del estilo trascendente de nuestra marca. El rescate del comportamiento ético como gran puente de atracción tanto para nuestros proveedores como distribuidores y clientes. EL VALOR de hacer las cosas del modo más honesto y admirable.
Torroxal es ante todo, una meta que nos planteamos para conseguir el propósito de transmitir nuestros valores a través del vino y las personas.
Viñedos Blancos: Las Uvas y el Terruño
Nuestra visión de los viñedos cultivados bajo otra perspectiva. Fincas propias en el término de Goián reconducidas hacia producciones más sostenibles en cantidad y calidad. Buscamos concentración y madurez en las uvas. Ejercicio de inquietud y conocimiento por recuperar otra forma de entender los vinos blancos alejados de desequilibrios. Cepas viejas cultivadas en parral con podas de renovación que emergen sobre terrenos graníticos de monte atlántico que atesoran mineralidad. Respeto hacia la herencia de nuestros antepasados: su particular recuerdo de los sabores.
La vendimia se realiza de forma manual en cajas de plástico a finales de Septiembre de forma escalonada en el viñedo según su grado de madurez. Entrada rápida de las uvas a la bodega para evitar oxidaciones y pérdidas en la frescura de los aromas. Despalillado total de los racimos con estrujado de las bayas y enfriamiento hasta situarlas sobre 6ºC. Maceración de las pieles de la uva en prensa cerrada durante 6 horas a 10ºC. Prensado y extracción del mosto con decantación estática empleando frío a 12-14ºC en depósito durante 2-3 días para eliminar aquellos compuestos que pueden aportar sabores herbáceos y sensaciones ásperas. Se transforma el mosto en vino gracias a la fermentación alcohólica a 14-16ºC a lo largo de casi 25 días de forma lenta y pausada, para conseguir una mayor estructura del vino.
El vino se va clarificando lentamente mediante varios trasiegos y no se realiza fermentación maloláctica porque se llegan a encubrir parte de los aromas varietales. Si los aromas de las levaduras depositadas en el fondo del depósito son óptimos mantenemos el vino con ellas durante 4 meses en suspensión, para ganar untuosidad y cuerpo. Microoxigenación del vino para ayudarle a su evolución y redondez de sensaciones. Filtración final y embotellado al menos 1 mes antes de salir al mercado para dotarles de más carácter.
Variedades blancas: Uvas de Albariño , Caiño Blanco y Loureiro.
Viñedos Tintos. Las uvas olvidadas
Emplear uvas autóctonas al abrigo de muchos años de historia pero reconducidas hacia un cultivo más austero y razonable sobre alambres de espaldera. Darle valor a lo diferente. Respetar la estructura del suelo plantando las cepas mediante el uso de taladros con su injertado posterior sobre patrones. Llenar las uvas de suelo. Viñas que nacen recogiendo el medio natural de terrenos pedregosos con esquistos de granito, cuarzos y pizarras que ven pasar los inviernos húmedos de lluvias y los veranos cálidos de noches frías. Una apuesta por la innovación. Laderas de sur que miran al río Miño frontera con Portugal. Viñedos con carácter, duros de trabajar manualmente pero auténticos.
Seguimiento de Maduración con control de los índices más importantes de calidad y cata de uvas para la determinar el momento de la vendimia manual realizada de forma escalonada. Despalillado y estrujado parcial de las uvas con la posterior maceración de los hollejos en frío a 10º-12ºC dentro del depósito. Se realizan varios remontados diarios mediante un compresor de aire para extraer color y aromas de las uvas. Fermentación alcohólica durante 15 días a baja 24º-26ºC separando el mosto de los hollejos que se los añadiremos al final con objeto de conseguir una mayor extracción de taninos suaves en medio alcohólico. Trasiegos habituales para eliminar con el descube las sensaciones de dureza y aspereza del vino.
Fermentación maloláctica para reducir la acidez del vino ganando en suavidad en barricas de roble francés y centroeuropeo para dotarle de la complejidad y bouquet durante 2-3 meses. Microoxigenación del vino manteniendo las lías finas o cuerpos de levaduras en suspensión para dotarles de untuosidad y cuerpo. Filtramos el vino para poder embotellarlo a una temperatura de 20ºC, manteniendo el vino con una crianza en botella de 8-9 meses en botella con objeto de homogeneizar y redondear sus características.
Variedades tintas: Uvas de Sousón, Caiño Tinto y Brancellao.
Vinos Blancos. Rosal y Albariño
Vinos maduros que concentran como pocos la peculiaridad y esencia del albariño. Sorprendentes en nariz por su delicadeza de aromas, frescura y complejidad. Equilibrio en boca, limpios, frescos y sabrosos que se quedan en el recuerdo. Un ejercicio de singularidad que busca rescatar la elegancia de los blancos.
Albariño 2006: Vino amarillo paja con destellos verdosos mostrándose muy limpio y brillante. En nariz se muestra muy fresco, complejo e intenso. Atractiva expresión frutal que va desde la fruta con hueso pasando por los cítricos y la fruta tropical sobre cierto fondo mineral. Aroma complejo fruto de la madurez de la uva y de su elaboración pausada sobre lías finas durante 4 meses. Hay viveza en la boca, mostrándose graso y sabroso. Prestarle atención a su nitidez de aromas y lo largo de su boca dónde reúne, un elegante final amargoso por detrás de la suavidad y redondez del vino. Uvas 100% albariño para no tomar a la ligera que reúne profundidad y persistencia.
Rosal 2006: Vino amarillo pajizo con reflejos verdosos y muy límpido. Cubierto de sutilezas en nariz; intenso, expresivo y delicadamente frutal. Aromas de frutas de hueso sobre un fondo vegetal: reflejo de la finura de las uvas Albariño, Caiño y Loureiro. En boca guarda su gran tesoro; sabor y textura que arropa con tacto acariciante, gracias a las finas burbujas de su carbónico natural. Sensaciones de amplitud y sabrosa acidez que le confieren una gran frescura redondeada por las notas frutales. Vino con vocación singular que se recuerda en boca.
Vinos Tintos: Vinos diferentes para todos aquellos que reúnen inquietud y sensibilidad. Patrimonio alejado de los dictados de modas. Vinos con gran profusión de aromas que buscan la redondez en boca y la elegancia huyendo de conservadurismos. Expresan las notas del terruño que los ve nacer en la copa.
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Tinto 2004: Vino rojo granate purpúreo con lágrima densa que colorea el cristal de la copa. Aroma limpio, profundo y expresivo. Aluvión de frutos rojos y negros con matices vegetales propios de las uvas Sousón, Caiño y Brancellao junto a un elegante fondo balsámico especiado, fruto de su paso levemente por madera. En boca muestra una estructura firme, de noble tanino con la madera bien integrada y un postgusto frutal que le da profundidad. Vino que divierte en boca, que se recuerda y que pide abrirse con antelación para que destaque su fruta.
Vinos catados en Verema.com: