Bodega Fabio Coullet nace como proyecto personal de Fabio Coullet, agrónomo y amante del vino, con más de 20 años de experiencia. Un proyecto desarrollado dentro de la DOP Sierras de Málaga donde los vinos se crean para ensalzar la personalidad de la Comarca de la Axarquía (Málaga). Las instalaciones se encuentran, concretamente, en Almánchar, uno de los pueblos blancos de las Sierras de Málaga y en pleno corazón de la Axarquía.
Un proyecto único donde los vinos se realizan a partir de variedades autóctonas y de las personas que durante generaciones han protegido la tradición y costumbre.
Es una bodega que trabaja bajo los dogmas de la viticultura sostenible y ecológica, de mínima intervención en bodega, y donde el respeto por la tierra y sus frutos comienza en el viñedo y terminan en sus vinos.
En bodega Fabio Coullet se apuesta por la expresión “mínima intervención en bodega”, por productos más naturales elaborados como siempre se han preparado, con nulo o mínimo procesado; mínima intervención tanto humana como química y tecnológica. Una corriente que cada vez es mas habitual en el mundo del vino.
En caso de Bodega Fabio Coullet, el cultivo de sus viñas se produce bajo la doctrina de la agricultura orgánica. Esto garantiza que no utilizan ningún tipo de producto agroquímico, minimizando el número de laboreos en el campo y vendimiado a mano o con ayuda de sus queridas e imprescindibles mulas.
A los vinos de mínima intervención no se les añaden levaduras comerciales si no que la fermentación se produce gracias a las propias levaduras nativas, indígenas o naturales, presentes en el viñedo del que proceden las uvas, lo que aporta mayor “tipicidad” los vinos resultantes.
En Bodega Fabio Coullet, además, tras la selección natural de las uvas que les permite eliminar aquellos frutos más sobremadurados manteniendo la frescura de sus vinos, los racimos van íntegros con su raspón y sin despalillar para la elaboración del tinto, consiguiendo así aún mayor frescura y viveza en sus vinos.
Otra práctica que llevan a término durante la fermentación es mantener el vino en contacto con sus lías sin realizar batonnages, tanto en los vinos blancos como en los tintos evitando cualquier tipo de manipulación del vino durante el proceso de fermentación. Finalmente no añaden más aditivos de los necesarios, ni clarifican, ni estabilizan el vino de un modo que no sea natural, realizando únicamente en los vinos blancos, una mínima filtración con papel para retirar los posos más gruesos que hayan podido formarse en el vino.
El resultado de todos estos “no-trabajos”, sobre el vino, le proporciona colores, aromas y sabores muy diferentes con respecto a los vinos convencionales, ya que el vino además de resultar más auténtico al representar sin prácticamente interferencias el alma del terruño y la variedad, sigue evolucionando y desarrollándose en la botella de un modo totalmente natural.
Apuesta por las variedades autóctonas, las cuales son el alma de estos productos y de los viñedos que trabajan en la zona de la Axarquía, lugar único situado al este de Málaga, rodeados de montañas de grandes pendientes con suelos de pizarra en diferente estado de descomposición y un clima claramente dulce, mediterráneo, donde el aire huele a mar, a pinos, a encina, hinojo y a romero.
Un paisaje donde se cultivan viñedos con las variedades Moscatel de Alejandría como variedad reina, Pedro Ximénez, Doradilla, Garnacha, etc. Pero destaca el proyecto renovador, donde incluyen entre dichas variedades las más autóctonas y casi extinguidas variedades de Málaga, como la Romé, de la que sólo existen poco más de cinco hectáreas en Málaga y en el mundo.
La identidad de los vinos de Fabio Coullet se basan en tres principios inseparables:
Las personas: con sus experiencias y vivencias logran plasmar una forma única de tratar la viña. El cuidado de la vid y los racimos tal y como entendían sus antepasados en la zona de La Axarquía.
El terroir: Singular y único en Málaga. Esto les vincula a la tradición y su historia, la tierra, las raíces, etc.. Suelos de pizarra en descomposición que en algunas zonas alcanzan los 70º de desnivel, donde nos ayudamos de las mulas o la propia fuerza del hombre, en zonas donde es imposible llegar con máquinas y que definen una forma propia de vendimia y viticultura.
La uva, las variedades autóctonas de nuestra zona y que completan los dos pilares anteriores, completando así el círculo.
Los vinos creados bajo estos tres parámetros son:
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