Dorado limpio y brillante.
Aromas poco intensos, algo perezosos, pero que con el aire y el trabajo en copa van poco a poco eclosionando. Es un vino con un importante componente frutal, fruta blanca de hueso sobre todo, ligeros toques ahumados y especiados, un importante componente mineral, unas mínimas trazas cítricas y un cierto toque final lácteo. Ante todo limpio y franco, aunque hay que ir al buscarlo.
En boca es opulento, poderoso, parece mentira como puede ser tan diferente de un Maltroie estando los dos viñedos contiguos. Vino profundo, con peso, graso, pero siempre compensado por esa marcada acidez de los vinos de Niellon, que sin duda les hace ser de largo recorrido. Final de frutas maduras y toques cítricos con una buena persistencia.
Champgains es un viñedo de poco más de 4 has con un cierto componente de arcillas y que tiene un carácter más opulento que otros similares, algo que sin duda se nota en el vino que por otra parte sigue siendo todo un Niellon, con una acidez salvaje y un soberbio equilibrio. De larga guarda.