Tonos y ribete rojo picota de capa alta y brillante. Nariz a frutas negras muy maduras, compotadas, alguna especia que tapa la fuerte fruta negra y algo alcoholico por sus 15º, de lagrima abundante, densa y algo manchada.
Al paladar muy buena entrada, potente, goloso, compotas, de buen tanino, largo y con gran retrogusto, en definitiva un gran vino este.
Me ha gustado mucho, me ha sorpendido gratamente!

Qué bien me lo he pasado, catando este vino. Y eso que no soy muy ducho en cuanto a la Monastrell se trata, pero...
Color rojo picota oscuro, de capa más bien alta y una abundante lágrima suavemente atintada que inunda la copa.
En nariz, expresividad a tope: despliega esa alegría y frescor que nos da la Monastrell. Mucha fruta negra madura ( la cual, pienso, se come bastante la poca madera joven que muestra); especias dulces, como la canela, frutillos negros (también mermelada de frutas del bosque) y notas balsámicas.
En boca, ofrece buen ataque y mejor trago. Te llena la boca de fruta muy madura; goloso, envolvente (de nuevo, la madera cede al empuje frutal); taninos dulces, frescos y agradables. Final largo y para saborear con calma.
Es mi primer Juan Gil (en Verema se han catado mucho las anteriores añadas), con lo cual no puedo comparar, pero con lo que me ha gustado este, ya se paga. (Sobre los 8€).