Corcho bueno pero bastante bañado en vino hasta más de la mitad del mismo.

Catado inicialmente abierto 30 minutos y, después, en una segunda cata 12 horas después (la misma botella, claro).

Visual: rojo picota claro, ribete cereza-granate-transparente con sutiles atejados, muy buena lágrima, limpio y brillante.

Nariz: fruta roja en licor, especias dulces, vainilla, regaliz, balsámicos, ligeros aromas oxidativos (sólo al haber pasado 12 horas), así como ahumados y maderas viejas, jarabe de la tos, barnices y algo de pintura (sólo al haber pasado 12 horas). Mucha complejidad, mucha.

Boca: entrada madura pero 12 horas después menos fresca que recién descorchado. Muchísimo tanino (taninaco) que todavía se pega un poco a las encías pero sin ser nada desagradable (al revés). Buena acidez. Paso por boca muy rico con un buen fondo de finas maderas. Final largo, con postgusto ligeramente amargo y con esa sensación de especias, ahumados, tostados, regaliz y balsámicos que invita a una nueva copa.

Un muy buen vino del que ya no me quedan más botellas. Excelente a la media hora del descorche y muy bueno a las 12 horas. A la media hora estaba más fresco, directo, fruta y madera más conjuntadas y jugosas. A las 12 horas gana en nariz enteros en complejidad, aparecen aromas que a los 30-60 minutos no aparecen por ninguna parte. Eso sí, en boca mucho mejor a los 30-60 minutos que a las 12 horas (donde el vino ya se aprecia algo más oxidado, con menos fruta y con claros signos de agotamiento lógicos).

Muy buena RCP.

Corcho flojo, se ha partido al descorchar y ha sido imposible sacar bien el corcho que quedaba, metido hacia adentro y filtrado en un decantador para evitar presencia de corcho.

Visual: rojo picota, capa media-alta, ribete cereza transparente con destellos entre atejados y violáceos. Limpio, brillante y con buena lágrima. Ligeramente más evolucionado que la anterior botella.

Nariz: fruta roja, especiados, coco, vainilla, coco, pimienta negra, chocolate amargo, balsámicos y tostados. Complejo y no excesivamente clásico en nariz.

Boca: entrada suave, muy pulida y sedosa, goloso y amable pero con complejidad y buena acidez, de dulces taninos y paso por boca muy fácil y agradable. Llena bastante la boca. Final medio con una mezcla de fruta madura, especiados y tostados de la madera muy sabrosos.

Un muy buen reserva riojano de lenta evolución en gran momento de consumo pero al que aún pueden dársele 5-6 años más de botella pues su capacidad de envejecimiento parece bastante grande.

Visual: rojo picota, capa media-alta, ribete cereza-rubí transparente con destellos todavía violáceos, muy joven aún. Limpio, brillante y con muy buena y abundante lágrima.

Nariz: al descorchar la potencia es media, pero conforme va ganando oxigenación la potencia es importante: mucha fruta roja, especias dulces muy marcadas, pimienta negra, toffee y tostados acompañados de unos balsámicos fantásticos muy destacados. Se aprecian aromas primarios (fruta) y secundarios (especiados, maderas sutiles, tostados) pero nada de aromas terciarios ni a reducción. El vino todavía tiene mucha vida por delante.

Boca: entrada sedosa, frutal, fácil, con muy buena acidez, taninos dulzones bien pulidos, un toque goloso que invita a seguir bebiendo. El paso por boca es muy muy agradable. El final es medio-largo y deja huella. Magnífica retronasal muy especiada y a tostados.

Me ha encantado este Reserva. Un Reserva semimoderno. Tiene cosas buenas de los clásicos pero también toques modernistas (más capa, extracción, color, menos madera y más fruta). Tiene lo mejor de cada corriente (clásica vs moderna) pero por un precio sorprendente para su calidad.

Es el tipico vino de Rioja, que en una mesa de gente poco inquieta por los vinos, va a triunfar y por solo 11€.
Color cereza intenso, capa media-alta, buena lagrima. Buena nariz a ciruelas y algo balsamico y un final un poco hacia dulce. En boca fruta fresca madura, repite algo de balsamico estando bien estructurado, siendo persistente y de facil beber.
Clasico Rioja para no fallar.

Se me acabaron. Y más vale que sea en su momento óptimo. Siempre me pasa igual con la caja de seis. Empieza siendo un vino de recurso, y acaba siendo totalmente venerado. El 2006 lo dejé pasar, pero seguro que cumple igual. Son ya unas cuantas añadas de este reserva, pero ésta es sin duda la mejor.
Sigo viendo fresas maceradas y ciruelas, nariz elegante, con una notas de crianza perfectamente difinidas, y un final especiado, pimienta negra y clavo, que le dan profundidad.
En boca ofrece suavidad y placer, con unos taninos pulidos en parte, porque cuenta con viveza, la acidez le ayuda a ello, diría que es equilibrado y una vez más elegante.

Este es otro de los vinos con los que uno nunca falla, con una nariz potente, abundancia de fruta negra como ciruelas y moras maduras en sazón, finos y elegantes tostados de crianza, espécias como clavo y suaves mentolado de fondo.
La entrada en boca resulta elegante y golosa, de buen paso, equilibrado, bien conjuntado, correcta acidez y buena estructura.
Postgusto de notable recorrido y persistencia frutal.

Redondo como un queso. Momento que calificaría de idóneo. Me gusta mucho la amabilidad que ofrece, sobre todo en boca, pero bien es cierto que sus características son válidas para las dos fases. Es suave, rico en tostados finos, con las fresas y ciruelas de siempre, unas notas de madera que aportan elegancia, equilibrado.
Me parece un ejemplo de Rioja semimoderno o semiclásico (según para quien), de los que guardan sus cosas y buscan otras. Línea parecida a la anterior cata solo que más pulido y elegantón. Sigo pensando que actualmente esta añada da vinos en general más disfrutables que la anterior 2004.

Misma etiqueta desde el 2002 pero con una contraetiqueta con menos información pero más directa y entendible, sobre todo para el iniciado. Si es así, buena joyita se lleva el que empiece en esto del vino, y con un listón alto. Porque este vino sigue en la línea de siempre, a caballo entre clásico y moderno, o lo que es lo mismo, tira de tipicidad ofreciendole a la fruta su protagonismo.
El color es de un cereza de buena intensidad con un borde granate ancho, capa media-alta y una lágrima glicérica y transparente.
Su entrada en nariz es potente y se mantiene intenso, con unas ciruelas en aguardiente en las que se nota hasta el hueso, le acompañan unas notas mentoladas propias del mejor Rioja que le dan una maravillosa frescura en estos momentos, quedan unas especias dulces al final, clavo.
En boca entra expresivo, abierto, otra vez esos balsámicos que le dan fescura, fruta licorosa, en retronasal aparece tabaco rubio, muy buena acidez, lo que queda al final es un postgusto rico por encima de todo además de largo.

El mejor Viña Salceda que he probado hasta el momento. Plenamente disfrutable ahora y con una acidez que me dice que nos veremos más adelante. Revuelto de jamón ibérico con setas, una buena fuente con queso curado en manteca y morcón de bellota y un poco de foie con pedro ximenez, ideal con este tipo de comidas. Por poco más de 10 € tiene una RCP excelente este 05.