Uno de los trofeos que traje de mi viaje al Loira... Dorado pálido brillante. Tiene una nariz sin mucho volumen, bastante intensa, y de buena intensidad, destaca más por su precisión que por su definición. Hay notable mineralidad, algo de fruta con hueso, ligeramente tirante y también flores silvestres (flores amarillas). En boca tiene buen ataque, y aunque pasa ligero hay cierta sensación de estructura, reaparece la mineralidad, la acidez es excelente así como la longitud. Suaves amargos y notable precisión. Magnífico...

Elegante aspecto en copa, catado en una Riedel Vinum Extreme Chardonnay. Color claro muy limpio y brillante, metálico.
Nariz muy expresiva, pétalos de jazmín, agua de rosa, lichis y hierbas. En boca es muy mineral, ácido, llama la atención la sequedad y acidez lo bien ensamblada que tiene con el escaso pero presente matiz de la fruta y el melocotón, sublime en boca
Un blanco distinto y que me parece interesante para incluir en el "probar blancos franceses"

Dorado intenso limpio y brillante.
Nariz intensa, profunda, expresiva, maravillosa. Necesita y agradece el aire dando más y más a medida que este hace su efecto. Notas de frutas maduras, albaricoque, melocotón, lichis, flores secas, especias, tonos balsámicos. Pero lo que siempre prevalece y predomina es una casi perfecta definición mineral. ¡Qué limpieza!
En boca es directo y delineado, con peso y prestancia y una fabulosa acidez que le vertebra y le otorga un esqueleto que le permitirá vivir muchos años. De paso redondo y final delicioso, que nos deja recuerdos de frutas maduras y sensaciones minerales. No hace más que crecer. Buena persistencia.
Le Mont sec es uno de los valores más seguros que existen en el vino, un elaborador soberbio, un pago extraordinario y una gran añada como es el caso son certificados de un vino que vivirá décadas evolucionando positivamente. Por escasos 20 euros hay muy pocos vinos blancos en el mundo que ofrezcan semejante calidad. Imprescindible.

Color dorado suave.
Nariz de muy buena intensidad con aroams de frutas con hueso algo pasas, no llega a ser un aroma a orejones pero se nota esa semipasificación de la fruta. Tiene unas notas minerales intensas, muy personales, con unas flores ajadas que le dan densidad en nariz y un punto fresco de hinojo que le da frescura. Me gusta esa franqueza en nariz y esa intensidad comedida que te invita a buscar y buscar dentro de la copa.
En boca tiene una acidez muy buena, con una buena densidad en su desarrollo, cremoso, con la fruta presente, buen ataque e intensidad y largo recorrido.

Una verdadera joya del Loira.