Corcho que sale impecablemente con sacacorchos de dos tiempos (muy poco bañado en vino rojo picota). Huele muy bien.

Abierto con poco tiempo pero decantado y dejado en espera un rato antes de consumirse.

Visual

Rojo picota con tonos rubí, capa alta, ribete cereza-transparente con destellos ligerísimamente atejados, limpio, brillante y con abundante lágrima de lenta caída. (9,5)

Nariz

De notable intensidad a fruta negra madura, notables mentolados que le aportan mucha frescura, especias dulces, canela, vainilla, coco rallado, nuez moscada, regaliz, madera de calidad, laurel, tabaco rubio y notas amieladas sutiles. Al dejar un rato en copa, a copa parada aparecen notas ligeramente cárnicas y animales que, al agitar, desaparecen dando lugar a mentolados, hierbabuena, fruta negra madura, especias y toffee que lo hacen un vino tremendamente complejo, cambiante pero de gran equilibrio olfativo. (9,2)

Boca

Ataque contundente y potente, fresco, seco, pero, a la vez, elegante y sedoso, con abundante fruta negra madura, goloso, de buena acidez, volumen alto y expansivo en boca, densidad media plus, buena estructura y gran cuerpo. Los taninos se perciben poderosos pero redondo y dulces (muy bien trabajados). 

El final es largo, especiado, con notas de chocolate con menta, especiados y con un fondo de maderas en un retrogusto y retronasal balsámica excelente. (9,3)

Estupendo Gran Reserva manchego de excelente RCP (18-20€ la botella) y larga vida de desarrollo potencial en botella.

Botella bordelesa de etiquetado clásico de El Vínculo (aunque con otras tonalidades en la misma).

Corcho perfecto, largo, grueso y muy poco bañado en vino rojo picota por el interior (hasta no más de 1 mm), lo cuál sorprende en un vino de 13 años. Huele muy bien (a fruta negra madura y tostados).

Decantado 1 hora antes de ser consumido.

Visual

Rojo picota con tonalidades cereza-rubí, capa alta, ribete cereza-transparente con destellos atejados, limpio (sin apenas posos al final de la botella), brillante y con abundante y ancha lágrima de lenta caída. Muy bonito y, dado el excelente corcho, le doy una nota elevada en visual. (9,5)

Nariz

De inicio intensidad media que crece con la oxigenación a alta intensidad a frutos negros maduros, especias dulces, canela, vainilla, coco rallado, nuez moscada, regaliz, finas maderas de mucha calidad, balsámico-mentolados poderosos, tabaco rubio, laurel así como algunas notas de cuero y pieles animales junto a notas amieladas muy sutiles que lo hacen un vino tremendamente complejo y, a la vez, con una nariz equilibrada y estupendamente integrada en este momento. (9,2)

Boca

Ataque poderoso y contundente pero, a la vez, elegante, sedoso, fresco, con fruta negra madura, goloso, de buena acidez, volumen alto y expansivo en boca, densidad media plus, buena estructura y gran cuerpo. Los taninos se perciben poderosos pero muy dulces, redondeados y pulidos (aunque con margen de vida de años todavía). 

El final es largo, eterno, con notas de fruta negra madura y algo de fruta pasificada, regaliz, especias, chocolate, menta y algunas mieles con un fondo de maderas que deja un retrogusto espectacular; en vía retronasal se repiten sensaciones y aparecen notas de finas maderas, balsámicos, clavo, vainilla y cacao que lo redondean estupendamente bien. (9,3)

Vinazo de Alejandro Fernández a sus 13 años de vida. Un estupendo Gran Reserva. Estamos, muy probablemente, ante uno de los mejores vinos manchegos (junto a 4-5 vinos más y a su hermano El Vínculo Gran Reserva Paraje La Golosa).

Está para disfrutar ya mismo pero también puede aguantar perfectamente, como mínimo, 4-5 años más sin pérdida de virtudes.

Su PVP normal supera los 20€ pero ahora mismo este vino puede conseguirse en oferta por unos 18€ (e incluso por menos en ofertas puntuales donde salía a un precio escandalosamente ridículo para su calidad).

Excelente RCP.

De nuevo un vinazo de Alejandro Fernández. Cereza picota, capa alta, ribete granate-atejado, aromas muy cerrados y reducidos en inicio, aunque poco a poco despliega una gran paleta aromática con una nariz seductora y compleja en la que la fruta madura se entremezcla, en perfecta integración y armonía, con maderas exóticas, finos cueros, cera y panal de abejas, especias (clavo, vainilla, nuez moscada, canela), regaliz, balsámicos ( con un laurel muy presente), almizclados junto a dátiles secos y orejones.

En boca es sedoso, goloso, frutal, con tanino pulido y un final largo, elegante y adictivo.