Bonito color cereza con destellos violetas, de capa medio-alta y abundante lágrima.

Nariz en la que predominan los tonos tostados y especiados, incluso ahumados al principio, que van abriéndose hacia los de fruta muy madura, con una buena complejidad e intensidad.

En boca es potente, aunque no tanto como su “hermano” Valtarreñas, muy sabroso, envolvente, con taninos más pulidos, con la fruta negra en sazón bien presente arropada por tonos especiados (vainilla, pimienta negra, torrefactos), con un largo final, balsámico y bastante complejo (clavo, pimienta, cuero).

Vino muy equilibrado, con buen potencial pero muy disfrutable ya.

Cuando se tiene la oportunidad de probar toda la gama de este productor, desde su básico 9 meses a estos de gama alta, queda muy claro que estamos ante un productor puntero en la denominación.