300 Aniversario de Bodegues Ribas
Desde que Pedro Ribas de Cabrera comenzó en el año 1711 en el municipio balear de Consell la construcción de la bodega familiar, se lleva elaborando vino en Ca'n Ribas y a lo largo de todo este tiempo la familia Ribas se ha dedicado al cultivo de la viña y del olivo con merecido prestigio, prueba de ello la obtención de la Medalla de Perfección en la Exposición Nacional Vinícola de 1877. Desde luego, pocas son las familias que en nuestro país pueden acreditar tan larga tradición y por ello los Ribas llevaron a cabo el pasado mes de julio una fiesta para celebrar tan remarcable aniversario.
Pero vayamos a la historia reciente de Bodegues Ribas. Concretamente a 1986, cuando la penúltima generación, encabezada por las hermanas María Antonia y Juana, decidió revitalizar la bodega familiar. Para ello se planteó un ambicioso proyecto en el que se modernizaron las instalaciones, eso sí, respetando la arquitectura de la antigua bodega y se buscó la colaboración de unos reconocidos asesores: – Josep Lluís y Sara Pérez-.
En la actualidad la dirección técnica del proyecto está en manos de los hermanos Araceli y Xavier Ribas que tras un prolongado proceso de formación, que comenzó en la propia bodega a las ordenes de los Pérez, pasó por el estudio de Enología en la Universidad de Tarragona y se complementó trabajando en bodegas de reconocido prestigio.
En las proximidades de la bodega se encuentran 40 ha de viñas propias, en su mayoría viñas viejas (con una edad media de 45 años para las variedades autóctonas y de 20 años para las foráneas), que son el activo más importante de la bodega. La uva obtenida se vendimia manualmente y una vez en las instalaciones hay un cuidadoso proceso de selección y una elaboración en la que prima el respecto a la calidad de la materia prima.
Las viñas están a una altura sobre el nivel del mar de 155 metros siendo los suelos de piedra porosa y grava con textura franco-arenosa, lo que garantiza muy buena capacidad de drenaje. El clima es mediterráneo suave con una pluviometría media anual de 450 mm y los redimientos bastante reducidos, alrededor de 1,5 Kg. de uva por planta. El viñedo está en proceso de reconversión hacia una viticultura ecológica.
Finalmente por lo que hace referencia a las variedades, tienes plantadas las siguientes Blancas: Prensal blanc, Chardonnay, Viognier, Chenin y Moscatel de grano menudo y también cepas de las tintas: Mantonegro, Gargollassa, Callet, Garnacha, Cabernet sauvignon, Syrah y Merlot.
La celebración del Aniversario tuvo lugar el día 1 de Julio y en ella disfrutamos de un magnífico concierto de Juan Perro, al que siguió una cena en el bonito jardín de la bodega que sirvió el equipo de Can Amer de Inca y de una fiesta amenizada por el músico neoyorquino John Tirado y que termino cuando las primeras luces del sol aparecían.
Al día siguiente, por la tarde, pudimos disfrutar de una cata horizontal con los vinos de la bodega. Concretamente catamos:
Aunque el día previo ya pudimos degustar el vino que han elaborado para la celebración, el Sió 300, fue durante la cata cuando pudimos apreciar con detenimiento. Se trata de un vino elaborado con un ensablaje de 65% manto negro de viñas viejas, 23% syrah y 12% merlot. Pasó por una crianza fue de 12 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. Sólo hay 1200 botellas de 75 cl. y 350 magnums. Es un vino consistente, musculoso, con un tanino dulce y con aires mediterráneos, en el que no molestan su 15º de alcohol. Agradece en estos momentos una generosa aireación y una temperatura de servicio que no supere los 16º.
Terminamos la cata y tras un agradable buffet en los jardines y unas cuantas horas de charla sobre los humano... y lo divino nos retiramos al amparo de las frescas brisas de la nohe mallorquina.
Quisiera concluir esta crónica agradeciendo a la familia Ribas su generosidad y su gran hospitalidad -fue un magnífico fin de semana, pensado para el disfrute y no para el trabajo y que nos sirvió para recargar baterias a las puertas de unas vacaciones que por entonces todavía se sentían lejanas- y felicitarles por la impresionante efemérides que celebraron.