¿A qué sabe la ballena?

A pesar de la moratoria de 1986, donde se prohibía la caza de cetáceos, después de cientos de años pescando ballenas y para evitar su extinción, Noruega y Japón siguen consumiéndolas.

En Bergen, Noruega, se ofrecen a los turistas en el Fiskmarket, mercado de pescado, y no pude evitar la curiosidad de probarla.

En crudo lo encontrabas junto con otras delicias como las patas de cangrejo real y el omnipresente salmón y bacalao. Aparte del halibut, un bicho al que solemos tener poco aprecio por estos lares y que realmente tiene poco sabor.

La consumimos a la plancha y tanto su aspecto como su sabor, se asemeja a la ternera. No es un sabor que te sorprenda. Sé que en otros países la consumen cruda, en tartare y en carpaccio pero aquí no encontré esa opción. Quizás siendo puristas debería hablar de sashimi, puesto que la ballena pertenece a la categoría de pescados y derivados.

Otra forma de consumirla muy común es en una especie de morcilla, tipo embutido. Puedes probar embutido de reno, de ciervo y de ballena y no distinguirás cuál es la del cetáceo.

¿Propiedades? Pues aparte de hierro, calcio y vitaminas, contiene grandes cantidades de yodo, beneficioso para nuestro metabolismo, para el pelo y las uñas y para bajar el colesterol. O eso dicen.

Lo mejor de la visita a este mercado, aparte de saciar la curiosidad de saber a qué sabía este espectacular animal fue ser atendidos por el encargado de uno de los puestos, Juan Sin Miedo @juansinmiedo, un tipo increíble que ha realizado grandes proezas, quizás la más significativa es estar cuarenta días por el Polo Sur, haciendo el recorrido en bicicleta y solo. Y al llegar al Polo, escanciar una botellina de sidra. Es lo que tienen los asturianos, cuando son buenos, son geniales.

¿Habéis probado alguna vez carne de ballena?