De Vaso a Espaldera
La conducción en espaldera es cada vez más frecuente por aquí. En un par de mañanas, estos tres hombres han transformado todo un viñedo de unos 50 años con postes metálicos, alambres y materiales galvanizados, con maestría y paciencia. De vaso a espaldera.
Ya van quedando cada vez menos pequeñas parcelas en vaso. La mecanización se impone. Los mayores se retiran.
Es obvio que se hace por un tema económico. El agricultor que se lo puede permitir prefiere convertir su propiedad con estas estructuras para poder mecanizar casi al cien por cien el viñedo. De esta forma, no sólo la recogida, sino casi la mayor parte de las tareas, se harán con máquina que podrá circular ya sin tropiezos entre las hilas.
Aunque supone una inversión al inicio, el ahorro desde las primeras vendimias se hace notable. Así se reducen gastos en mano de obra - ahora que ni se puede echar una mano en la recolección a la familia. En el pueblo ya hay quien tiene máquinas vendimiadoras propias. Otros las alquilan en temporada alta. Es curioso ver en plena cosecha esos tractores gigantes, cuan Blade Runner, deambular por las calles del pueblo.
Me dicen que cuando lo tengan todo emparrado, irá todo más rápido, menos padecimiento en vendimias y que las uvas estarán más sanas.
Fotografías ©Albertina Torres
-
Una pena que no se puedan mantener esas parcelas viejas en vaso, auténtico patrimonio, además del perjuicio que se le causa a las cepas con ese cambio de conducción que provoca una poda muy agresiva. Claro que si la opción es pasarlas a espaldera o dejarlas morir, qué remedio.
Bonitas fotos, por cierto.