Vinos de Banyuls. La dulce garnacha: reflexiones transfronterizas catalanas

Este pequeño artículo se produce como consecuencia de una breve excursión a la Catalunya Norte costera, efectuado para conocer un poco el vino de Banyuls, hoy en crisis o decadencia , como tantos y tantos otros vinos dulces pero antaño de reputación mundial  

Vinos de Banyuls

El vino dulce natural como producto propio de esta región fue reconocido como tal ya en 1872. La AOC “Vin doux naturel” como propia del Roussillon data de 1936  si bien la regulación más reciente es de 1972, modificada en diversas ocasiones en el último decenio.  Fueron  los vinos preferidos de Louis XIV y descritos y alabados por  Voltaire. A pesar de que hoy en día no son vinos que estén muy de moda, es cierto que son magníficos vinos que no deberíamos olvidar.

El terreno en que se cultiva son  terrazas de mucha pendientes, terreno de esquisos, muy pobres, además muy secos por la tramontana y con una media de 325 días de sol año. Se producen en muchas ocasiones tormentas violentas que desmontan fácilmente las terrazas y arrastran hasta el mar la capa de tierra que recubre la roca, con lo cual es habitual tener que reponer la tierra de cultivo.

Estos vinos de Banyuls son vinos en los que la fermentación se interrumpe por el añadido de alcohol al mosto y así se gradúa el contenido de azúcar residual, este sistema fue diseñado por el médico catalán Arnau de Vilanova, que además destiló el alcohol del vino. Para quedar protegidos por la AOC “Vin doux naturel” deben tener un residuo azucarado de entre 50 y 125 gr/l y graduación alcohólica de entre 16 y 18%.  Se elaboran con grenache noir, ( 50% minima)   muscat à petits grains ( muscat de Frontignan), ; el Muscat d'Alexandrie, y Macabeu ; como complementarias Carignan, Cinsault, y Syrah Se puede vinificar en tinto, rosado o blanco, pero el más apreciado es el tinto. La crianza se realiza, en parte y en ocasiones, (según  la calidad), al aire libre en toneles de 600 l. o en grandes garrafas mucho más pequeñas,  para aprovechar las variaciones climáticas y forzar su oxigenación.  Este curioso sistema de crianza no es exclusivo de la zona, lo encontramos en el Jura y también en Madeira. Existe la variedad Rimatge que es embotellado directamente sin paso por madera y que da mucha mayor sensación frutal.

Los vinos de Banyuls son vinos de larguísima guarda

Los vinos de Banyuls son vinos de larguísima guarda. El Banyuls en su juventud es un vino que recuerda a higos frescos, cerezas o ciruelas, más tarde frutas secas, uvas pasas, higos y albaricoques, sobre el séptimo año aparecen bizcochos, nueces y caramelo, hasta los 15 ó 20 años caco, café, y tabaco y finalmente aromas rancios. Los Banyuls más viejos alcanzan tanta complejidad que se toman como digestivos.

Las AOCS de Banyuls

Hay sólo dos AOCS dedicadas a estos vinos son , Banyuls que comprende Banyuls, Collioure, Port-Vendres, Cerbère, y unas 1.700 HA. Y Banyuls Grand Cru , ( creada en 1962)  que es el único « vino dulce natural » en toda Francia con derecho a la denominación Gran Cru. Debe llevar obligatoriamente un 75% de garnacha y 30 meses de barrica y sólo se produce en tinto.

Buenos lugares para hacerse con una botella de este excelente vino es el Cellier des Templiers en Banyuls, creado por una unión de Cooperativas; ( Si van por allá no olviden el Grand Cru President Henry Vidal, un vino excepcional para tomar con un buen puro) Clos des Paulilles en Port Vendres;  Domaine de la Rectorie en Banyuls ; Domaine de la Tour Vielle  en Colliure; y  la Cooperativa “L’Etoile”, son productores que venden al público.

Rivesaltes y Maury producen un vino similar al Banyuls, más viril y menos delicado, dada su situación más interior.

Volviendo de Banyuls

Volviendo de Francia, entras en España por Port Bou, lo que eran “vinyes verdes vora el mar” (Josep Mª de Segarra), se sustituye por paramos inhóspitos o lo que es peor, bloques de cemento fruto de nuestra santa especulación urbanística, ya no hay viña marítima en el Empordá, dejando a salvo raras excepciones como Garbet o Selva del Mar. El bendito Empordá, tierra de garnacha negrísima, espesa, dulce o dulzona, garnacha de toda la vida, la que bebía con mis abuelos en Llafranch y procedía de viñas en LLofriu ¿donde está? ¿ qué hemos hecho de nuestro patrimonio?. El panorama es desolador. Nuestros vecinos franceses se han organizado en cooperativas, realizan una ingente labor propagandística, se dotaron de dos DOCS especificas, estarán en tanta crisis como se quiera, pero luchan y se mantienen. Nosotros que tenemos el mismo suelo, la misma climatología, el mismo mar, el mismo cielo y la misma  garnacha con la misma tradición, la hemos perdido o casi, pues apenas quedan tres o cuatro productores que la traten.

Por eso la vuelta desde Banyuls produce mucha tristeza.
 

“Vinyes verdes vora el mar,

ara que el vent no remuga,

us feu més verdes i encar

teniu la fulla poruga,
vinyes verdes vora el mar.



Vinyes verdes del coster,

sou més fines que la userda.

Verd vora el blau mariner,

vinyes amb la fruita verda,

vinyes verdes del coster.



Vinyes verdes, dolç repòs,

vora la vela que passa;

cap al mar vincleu el cos

sense decantar-vos massa,

vinyes verdes, dolç repòs.



Vinyes verdes, soledat

del verd en l'hora calenta.

Raïm i cep retallat

damunt la terra lluenta;

vinyes verdes, soledat.



Vinyes que dieu adéu

al llagut i a la gavina
,
i al fi serrellet de neu

que ara neix i que ara fina...

Vinyes que dieu adéu!



Vinyes verdes del meu cor...

Dins del cep s'adorm la tarda,
raïm negre, pàmpol d'or,
aigua, penyal i basarda.


Vinyes verdes del meu cor...


Vinyes verdes vora el mar,

verdes a punta de dia,

verd suau cap al tard...

Feu-nos sempre companyia,

vinyes verdes vora el mar!