…..pero que debe gustar a los organizadores de eventos para multinacionales. Así que seré breve.

Bonito entorno, La Bodega del Real Cortijo se construyó en 1782 por orden de SM Rey Carlos III, y perteneció a la Casa Real hasta el Reinado de Isabel II. Si alguno de vosotros tiene curiosidad clicando aquí, tiene información más detallada.

Bonita entrada por la bodega que sigue por un Ramal de Botellas, donde nos sirvieron unos aperitivos con una pequeña cata de dos tipos de vino de la Ribera del Jucar.

La cena consistió en los mencionados aperitivos que acompañaron a la mini cata,

Bombones crujientes de Brandada de Bacalao. Vamos, una tartaleta de Brandada de Bacalao.

Cucharitas de espárragos a la andaluza y huevo de codorniz. Pues eso.

Chupito de crema de gazpacho de fresón. Sin duda lo mejor de la noche.

Tartaletas de queso feta y cebolla caramelizada. Otra tartaleta.

Y seguimos en el Salón principal con:

Pastel de Puerros con salsa de piquillos y su ensalada, tan poco apetitoso como refleja la fotografía.

Strogonoff de pavo con arroz y dátiles, el comentario generalizado de todos los asistentes con los que hablé, es que estaba de malo, a muy malo.

De postre,

Triángulos de leche frita con helado de moras. Si en lugar de estropearlo con el helado nos lo hubieran flambeado con anís, igual habríamos salido con mejor gusto de boca, y conste que lo intenté.

Bebimos,

Como era de esperar seguimos con su vino, el Real Cortijo Ribera del Júcar.

Agua, café……

No sé lo que costó la cena, pero me imagino que los clavaron.

Para olvidar.