Nuevo local de reciente apertura en Bilbao.
Si las cosas ya están mal, yo cada día lo veo peor.
Una cosa es la crisis y otra muy distinta es que estemos cambiando de costumbres.
El local modernito, mesas corrientes con una separación justa, sin agobios en demasía. Hemos tenido suerte y nos ha tocado una de cuatro para dos, las de dos comensales un tanto pequeñas.
Mantelería de papel, de entrada te colocan los palillos pero uno es muy de pueblo y pide cubiertos normales.
Al parecer tienen más de un turno y hemos ido a las 9 a reservar y nos han dado hora para las diez y media.
Lleno total, lo normal con estas cosas nuevas y de bajo coste.
El servicio un tanto lento pero no por estar mirando, más bien la cantidad de comensales no les deja ser más rápidos. Disculpas aceptadas.
Pedimos el vino para ir haciendo más cómoda la espera y de la no demasiado larga carta, el único verdejo que era de mi gusto no lo tenían, así que nos ofrecen un Palacio de Vivero, nos lo sacan a temperatura ambiente y la verdad es que frío precisamente no hace. Cubitera de urgencias pero casi hasta la última copa no conseguimos tomarlo a nuestro gusto. Una pena.
Las copas un pelín pequeñas, nos lo dan a probar y hasta ahí el servicio.
La carta...... uffffffffffffff. No sé por dónde empezar.
Pedimos auxilio pero si no tienen tiempo para ir más rápidos, como para tenerlo para auxiliarnos.
Así que elegimos a nuestro libre albedrío.
Maguro tartar un supuesto tartar de atún que consistía en unos trozos de atún, muy ricos la verdad, pero así, sin historias, allí colocados, sin aderezar en modo alguno. Con cuatro cosas, cada una en una esquina.
Pollo con panko (pan rallado casero), rico pero rico porque era lo que era. Una ración escasita. Un sin más.
Italiano, unos rollitos de arroz con yema de huevo de codorniz y afortunadamente un trozo de pimiento rojo deshidratado que le salvaba el sabor.
Olvidaba decir que te colocan una jarrita con salsa de soja que ha conseguido que la comida adquiriese al menos un sabor a algo.
Nos quedaba media botella de vino y encima estaba ya a una temperatura más apetecible así que necesitábamos algo con sabor, algo conocido y hemos pedido un Arroz con trozos de carne y un toque picante. Nos ha salvado la cena. Estaba bien rico y con el picante exacto.
No hay pan Me han dado ganas de decir: pues si no hay pan nos vamos, pero..... uno es "educado". :-)
Por supuesto que de vinos dulces ni hablamos, nos ofrecen sake pero va a ser que no y con un cortado. Sí, he dicho cortado, pues era un pequeño café con leche, hemos dado por terminada la cena.
Habíamos ido por la lectura de un blog que me suele guiar en mis andanzas y que hablaba de un estupendo menú de mediodía. Lo curioso es que dos de los camareros que nos han atendido y que nos han preguntado por el resultado de la cena, ante nuestras caras un tanto descontentas, nos han comentado que vayamos a comer el menú de día.
Pues otro local más de los que ahora parece que van a chutar, al menos miestras dure esta moda.
Barato? Pues según lo que uno busque. Al menos para mi no lo es.