Un restaurante sencillo, de comida casera y de mercado donde siempre tenían un menú con una buena relación calidad-precio.

Comedor grande y frío, calefacción apagada. Tras decir que tenemos frío el dueño dice que la calefacción no se enciende.

Menú:
Primeros:
• Escudella barrejada (sopa con tropezones de restos de embutido y de pollo), buena.
• Arroz a la cubana. Pues eso, arroz blanco, un huevo frito y tomate frito (al menos no parecía de bote).
• Ensalada: Lechuga, tomate, pimiento y cebolla. Grandes trozos sin gracia.

Segundos:
• Filete de panga rebozado con patatas fritas.
• Butifarra con pisto (el pisto se acabó y ponían patatas fritas) a mí me la pusieron con una mini escalibada, un buen detalle.
• Bistec con patatas. La carne era tierna y en su punto.

Los postres, helado, crema catalana, flan de huevo, de café...

No es que fuera muy malo el menú, pero eso es un menú de cafetería, no de restaurante.

El precio incluye pan, vino, agua y gaseosa mas un carajillo. El menú valía 10€.