Agradable restaurante de cocina tradicional italiana sin complicaciones situado entre el Duomo y el Castello. Ambiente acogedor y lujosillo con mesas correctamente separadas y luces íntimas, ideal para cenas en pareja. Techos de madera y suelos rústicos, con tres o cuatro pequeños salones separados por arcos de ladrillo. Buena cubertería y cristalería.

Servicio muy atento y eficiente, con ganas de agradar.

Detalles antes después de la cena. Incluso te obsequian con un vino spumanti de la zona junto con unos detalles como un panecillo con salami entre otros.

Buena cestita de panes variados así como de los tradicionales gressinis.

Cena para uno:

- Un tortino di patata sobre tomate frito natural y aromatizado con hierbas como detalle de la casa.

- Risotto mantecato alla milanese con cialda al parmigiano: Ya al servir el plato te vienen buenas sensaciones. El olor que despide este clásico plato levanta el ánimo a cualquiera. Sin duda bueno, cremoso y gustoso. Presentado con una especie de galleta crujiente de queso parmesano.

- Ossobuco de vitello con pure a di patate: Buen segundo plato. Mejor la aromática salsa (finas hierbas) que la carne; para mi gusto poco melosa para lo que que espero de este otro clásico italiano. El puré bien hecho pero algo tibio.

- Como prepostre, detalle de la casa, una pastilla de bizcocho con una mousse de fresa muy rico.

- Clasico tiramisú: Uno de mis postres favoritos y aquí no defrauda por su cremosidad y sabor a queso y licor. Presentado en copa. Espectacular.

Aún sin pedir café, me trajeron una bandejita con pastas caseras más que aceptables.

En cuanto el servicio del vino, espectacular carta de vinos, de lo mejor en Milán. Conté no menos de 150 vinos del Piamonte, pero a precios desorbitados. También buena representación de champagnes y blancos franceses. Simbólica representación de tintos españoles (Alión, Pesquera y algún que otro Contino). No pedí vino, aunque puntuaré por la amplia oferta y porque el servicio lo llevaba adecuadamente un joven sumiller en otras mesas. Los amantes del vino italiano tienen aquí un buen referente.

Precio total: 56€ (inc. IVA, pan y servicio a 4€ y botella de agua de 1/2 litro a 3€).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.