No debieron tener muy buen día. Servicio algo aturullado. Comida pasable. Carta de vinos intranscendente. El servicio del vino muy flojito. No repetiremos.

No cabe duda que la decoración es original, que la comida es buena y que los precios no se van por la nubes. Si a todo esto le añades piano en directo, la atmósfera se convierte en algo muy agradable. El vino fue servido muy caliente, no estoy seguro de que tengan cava refrigerada, pero intentaron solucionarlo con una cubitera. Las copas no son para echar cochetes y la carta es variada. También salió Dani a saludar, algo que no valoro pero tampoco me molesta. Merece la pena ir aunque tampoco es una referencia.

Restaurante con dos comedores, uno para picoteo y otro a la carta. Lo más original,la carta que está formada por tarjetones que se pueden separar y consultar,como si fuera una baraja.
La carta de vinos reducida, pero parece que tienen interés por el vino y podrían ampliarla.Precios razonables. Las copas muy justas.La temperatura del vino sucumbió ante los calores de este verano,a pesar de que intentaron con una cubitera que no se calentase.Tienen ganas de agradar y espero que con el tiempo mejoren estos detalles.