Restaurante Orangeriet en Copenhague
Restaurante Orangeriet
País:
Dinamarca
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
57,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
58 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Opiniones de Orangeriet
OPINIONES
2

El nombre proviene de un par de grandes macetas que tienen con un naranjo podado en forma redonda, y que sirven de decoración interior en armonía con los árboles del parque al que se puede acceder directamente (una salida a la calle y otra al parque). Grandes ventanales te permiten estar casi dentro del parque comiendo pero al abrigo de las inclemencias del tiempo tan habituales por estos lares.

Carta descrita ya anteriormente y de acuerdo también en el tema de vinos en el tema de precios aunque la bodega ha ganado en variedad, por ejemplo Jose Pariente 53€, Quintaluna de Ossian 45€ pero tambien Vega Sicilia Unico del 2000 a 400€. De Ribera estaban en carta; Cepa 21, Pago de Capellanes, Aalto, Vega Sicilia, Pingus. Tambien Mauro de Castilla y Tomás Cusiné de Costers del Segre a unos 20€.
Buen mantel, cubertería y cristalería de lujo.
El servicio, aunque joven, muy adiestrado (no aquello de ves sirviendo platos), con amabilidad casi oriental y los oyes hablar en varios idiomas con suficiente funcionalidad, si bien es cierto que no saben "vender" platos sino simplemente apuntarlos. Ya cuando dices que todo al centro y lo vaya sacando conforme salga de cocina, pues ya se descuadran para toda la comida y hasta comentan entre ellos al ir poniendo todos los platos juntos en la mesa donde apenas caben a pesar de la amplitud y separación de mesas.

Cuatro para comer a medio día y dado el precio de los vinos y que hay que guardar Visa para mañana en el Noma, nos vamos con dos clases de cervezas Fur: Renaessance potente y una más suave Frokost con poca espuma; también un par de cocas light y un poco de pan con una muy buena mantequilla (hay que ver que mantequillas tienen por aquí) con un leve punto de sal. Un par de agua minerales grandes para completar hidratación.

Sin mucho retraso viene la comida que intentamos compartir: 6 ostras de buen tamaño y calidad (el mar del Norte las hace bien prietas), 2 ensaladas con bogavante (medio) en buena racion y tamaño del bogavante: aquí la variedad de hojas verdes es asombrosa y paralela a la presencia de lluvia en el pais pero no muy reflejada en el plato. Un buen muslo de pato con puré de patata. Una buena tosta con una loncha de salmon (¡qué salmon con su grasita infiltrada -como el jabugo-). Ensalada (aquí sí más verde) con 3 rebanadas de pan y queso de cabra a la plancha, más clásico aunque no por ello peor elaborado. Para rematar un plato con quesos daneses más curados de lo esperado aunque con nombre imposibles de recordar.

De postres (y a 11€ todos), y otra vez al centro, un parfait de vainilla con fruta de la pasion con chocolate y licor. Tarta de limon con merengue y helado de limon. Chocolante fondant con caramelo de naranja y helado de vainilla. Escribiéndolo y recordándolo, vuelves a salivar.
No hay petits fours, salvo que los pagues (7€). Ni chupitos. No tomamos cafés ni copas, pues en 4 horas había cena de grupo.

Sensación de un sitio de elegancia, buen lugar, buen servicio, muy buena materia prima y elaboración buena sin creatividad.
A 57.30 € p.p. (casi 60€ al pagar con Visa) con bebida incluida aunque sin vino. Por aquí es difícil bajar de ese precio en restaurantes pero la RCP la mantendremos con los mismos parámetros sea cual sea el pais (comparando solo de aquí, seria de notable).

Marco luminoso, ayudado por unas cristaleras, que da al Jardín del Rey que hacen de este restaurante un lugar alegre; favorecido todo ello, por una decoración sencilla en tonos muy claros(casi blancos).
Servicio atento, con ganas de hacerse entender, especialmente por parte de una camarera que se defiende bastante en español.
La comida de factura sencilla auna unos buenos productos de mercado con cierta dosis de imaginación.
A mediodía manda el "Smorrebrod" o bien un menú de tres platos.
La cena permite componer un menú, a elegir de entre las preparaciones contenidas en la carta, de tres, cuatro o cinco platos, incluido el postre.
La bodega, aceptable en cuanto a número de referencias, es relativamente comedida para lo que por allí se estila, aunque nada barata.
Si se paga con tarjeta de crédito repercuten la comisión, que soportan, al cliente; pero, al menos, lo advierten.
Una buena opción.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar