Situado en una de las calles más típicas de Santiago se encuentra este peqpeño bar de tapas prolongación del hotel "Casa de la Troya".
Decoración moderna con una cristalera que deja ver todo el local desde la calle. Pequeña barra y unas cuantas mesas para degustar una corta carta compuesto por ensaladas, tostas y platos calientes (puchero, zamburiñas, chipirón). Pedimos dos tostas de buena calidad.

Pato, queso arzua, membrillo y canónigos
Ancho y boquerón.

Cubertería Wmf y copas Schott para degustar dos estrellas Galicia (1.60). Al traernos las cervezas nos sirvieron dos tapitas excelentes: carrilllera y un montadito de queso. Aunque no tomamos vino y no pude ver la carta de vinos, el personal se decantaba por él antes que por la cerveza.

El local se llenó enseguida prueba de la cultura del tapeo y el vino que hay en Santiago,el cual me ha sorprendido gratamente, ya me gustaría tener en Valencia este ambiente y costrumbre.