Restaurante, bar de tapas en el centro de Almería, mas concretamente en medio de la Rambla. La situación del bar es privilegiada, nada más entrar, intuimos por la decoración, muy cuidada y vanguardista, que no estamos en el tipico bar de tapas almeriense.

Está distribuido en dos plantas, la primera es un semisotano (en la cual comí) y encima de ésta nos encontramos con la terraza. La carta en general es un poco corta, aunque desde mi punto de vista es más una virtud que un defecto. En mi caso el servicio fue atento, correcto y eficiente.

Para comer degusté 3 o 4 tapas variadas, muy buenas todas y bien presentadas. Me gustaría destacar las dos tapas especiales que pedí, las cuales no iban incluidas con la bebida.

-Bacalao con muselina de ajo
-Vieira con atún marinado.

El bacalo, espectacular, sin embargo la combinación de vieira y atún no fue de mi agrado, seguramente más por gusto personal que por la calidad de la tapa.

Para beber tome uno de los dos vinos tintos que servían en copas. Sembro 2009 , cada copa costaba 2.6 € e incluía una tapa. El servicio fue más que correcto al igual que la cristalería. La carta de vinos no era muy extensa pero tenía los vinos punteros o más de moda de cada zona.

Sin duda volveré y cuando tenga tiempo escribiré los comentarios del segundo día donde probé alguna ración de la carta y un postre.