Tristan tiene en el mismo local varias opciones. Optamos por el restaurante a la carta en lugar del Bistrot y realmente lo lamentamos. Parece que no son capaces de atender ambas secciones sin que la cocina se resienta. Puesto que el menú gastronómico de 6 platos tiene el elevado precio de 157.-euros uno espera que el servicio sea de altísimo nivel. Si tardan tres horas en servirlo con esperas entre platos de 25 minutos es evidente que sobra todo lo demás (que por cierto está muy bien) pero el ritmo de la cena estropeo la velada.
Para empezar una carta de vinos es espectacular presentada en un iPad. Apoyando el dedo en la pantalla puedes recorrer las cerca de 50 páginas que incluyen una amplia selección de añadas, D.O.s y variedades. Aconsejados por el sumiller tomamos un Salon 1997. Quizás uno de los mejores blanc de blancs que he probado. Puesto que el menú estaba basado en una cocina ligera adaptada a los días de verano nos pareció una buena opción. También sirven el agua acompañada de unas piedras de colores que transmiten elementos positivos para el espíritu (o al menos eso creen algunos). De aperitivo una copa de Krug (muy bueno pero no a la altura del Salon).
Como he dicho el menú consta de seis platos, previamente se sirve un entrante de la casa y antes del postre pedimos una selección de quesos acompañada de una copa de Numanthia.
Os copio el menú de la web que creo lo explicará mejor que yo (puede que tenga alguna pequeña variación pero creo que en general eso fue lo comido):
-Bonito marinado con curry rojo, envuelto en patatas, alcachofas, parmesano y ensalada hierbas
-Bogavante de país con pesto de champiñones, trufa de verano y sopa fría de raíz de perejil
-Pasta rellena con gamba de Sóller, salmonete, calabacín y salsa de azafrán
-Salmón Balik con interpretación de Borscht
-Lomo de cordero tostado con berenjenas jugo de tapenade, albahaca y pimiento
-Melocotón de viña pocheadobayón y frambuesas
Mencionar el servicio de pan con una amplia selección de panes y mantequillas.
En general todo lo tomado era de altísima calidad pero como he dicho antes el ritmo de servicio (que no su amabilidad) logró que mi mayor deseo fuese terminar y largarme. Una pena
El precio es sin vino.